Septiembre, el mes favorito para casarse de las parejas de Granada
El número de bodas celebradas en Granada cayó un 47% durante 2020 y es el menor de la serie histórica
El inicio del otoño, con el final de lo peor del calor estival, se ha convertido en el momento favorito para casarse entre las parejas ... granadinas. Así ocurrió en el año de la pandemia, pero también durante al anterior., lo que certifica un cambio de tendencia. El número de matrimonios celebrados en 2020 fue, eso sí, muy inferior al de períodos previos. Con 1.448 bodas, según las cifras consolidadas más recientes que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), el del virus fue el año con menor actividad en este sentido de toda la serie histórica, que alcanza hasta 1975. La caída es de 47 puntos porcentuales en solo doce meses. Con respecto a las cifras de comienzos de siglo el desplome es aún mayor y alcanza los 68 puntos. Es decir, que algo más de dos de cada tres uniones que se celebraron hace dos décadas dejaron de producirse.
Septiembre fue el mes escogido más a menudo por las parejas de Granada durante el año 2020, después de que buena parte de la primavera fuese inhábil en este sentido; durante el mes de mayo, por ejemplo, la estadística oficial no registra la celebración de un solo matrimonio. La actividad solo volvió a coger frío a partir de junio, con aquel primer intento de nueva normalidad que apenas duró hasta el otoño. Sin embargo, en septiembre se registró el mayor número de casamientos:un total de 245, el 17% del conjunto o prácticamente uno de cada seis. Octubre fue el segundo mes más popular, lo que indica que muchos compromisos pospuestos por el confinamiento domiciliario de primavera tuvieron que ser pospuestos pero se celebraron.
Pese a todo, la tendencia no varió de manera significativa con respecto a las cifras de 2019, siempre según el INE. En aquel momento también fue septiembre el mes más habitual para celebrar una boda, aunque acaparando un porcentaje algo menor (el 14,2%). Sí varía el segundo mes más usual, que entonces fue junio.
Otra de las tendencias que certifica la estadística oficial es la popularización de las ceremonias civiles en detrimento de las religiosas, algo a lo que también ha contribuido la situación provocada por la pandemia. Hace solo diez años, por ejemplo, las uniones de carácter católico eran todavía la mayoría en la provincia granadina y suponían el 56,4% del conjunto. En 2019 la tendencia ya se había invertido y algo más de dos de cada tres uniones (el 67,5%) ya eran exclusivamente civiles. La cifra se disparó durante el año de la pandemia, cuando hasta el 84,4% de ellas fueron de este tipo y solo el 15,6% tuvieron un componente religioso. Es decir, que este porcentaje prácticamente se ha duplicado en una década.
En los microdatos actualizados que publicó el INE también se constatan otras tendencias que entroncan con el desarrollo sociológico del país en las últimas décadas. Una de ellas es el aumento de la edad media de las parejas al llegar al matrimonio, que en 2020 se situó en el entorno de los 41 años. Una década atrás, por ejemplo, la media se había quedado en los 34. El rango de edad más habitual para los matrimonios que se celebraron en Granada en 2020 fue el que va de los 31 a los 40 años, seguidos del de quienes tienen entre 41 y 50. Entre ambos suman casi dos tercios de las uniones (64%).
Este incremento significativo de la edad media tiene también que ver con la búsqueda de una estabilidad económica previa a acometer proyectos familiares y que se volvió cada vez más complicada desde la crisis económica de 2008. De hecho, dos de cada tres personas que se casaron en la provincia el año pasado se encontraban en una situación laboral estable, mientras que solo el 13% del conjunto estaba en paro. Aún menor fue la proporción de personas que se encuentran todavía estudiando, que apenas supera el punto porcentual. De hecho, solo hubo diez uniones matrimoniales en las que al menos uno de los cónyuges tuviese menos de veinte años, dos de los cuales fueron entre dos mujeres.
Por el lado contrario, el año pasado se registraron en la provincia cinco uniones en las que alguno de los miembros superaba los 80 años.
Segundas nupcias
Otro de los cambios sociológicos que se deja notar en la estadística oficial de matrimonios es el incremento del número de personas que vuelven a casarse tras un divorcio. Durante 2020, siempre según el INE, esta situación se produjo en algo más de una de cada cuatro celebraciones nupciales (el 22,5%), algo que fue más común entre los hombres.
No es la única diferencia apreciable en términos de sexo en la estadística oficial, que señala, entre otras cuestiones, que es más habitual que en las parejas heterosexuales sea la mujer la que llega al matrimonio sin tener un trabajo y con menos edad, y ello a pesar de que en los datos de 2020 se aprecia con claridad que son ellas las que han alcanzado un mayor nivel educativo antes de llegar al momento de la unión. Por ejemplo, la cifra de mujeres que se casaron tras acabar una carrera superó en un 20% a la de los hombres, mientras que en el caso de los másteres se eleva hasta el 47%.
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