Seis meses de cárcel por dar un puñetazo a un enfermero que atendió a su madre
La Audiencia de Granada ha confirmado que la acusada cometió un delito de atentado al agredir a la víctima
La mujer padecía alzheimer y tenía la «piel muy fina». Consciente de ello, el enfermero pidió a la hija de la paciente que le sujetase ... el brazo para hacerle una extracción de sangre, pero, súbitamente, movió la mano y el profesional sanitario se vio obligado a sacar la aguja «como pudo». Como consecuencia de esa maniobra, la afectada sufrió unos arañazos en la zona del pinchazo y su hija reaccionó con violencia, según la sentencia de la Audiencia de Granada que ha confirmado una pena de seis meses de cárcel para la acusada por la comisión de un delito de atentado.
La procesada, tal y como detalla resolución judicial, abroncó a la víctima, la empujó contra una pared y le dio un puñetazo en el hombro. La agresión se produjo en la casa de la investigada y el enfermero, que se había desplazado hasta la vivienda para atender a la paciente, huyó despavorido. Incluso dejó las muestras que había recogido en el suelo del inmueble. El hombre no sufrió lesiones físicas, pero sí un ataque de ansiedad.
El incidente ocurrió a las ocho y media de la mañana en una localidad de la provincia a finales del mes de septiembre de 2021. El perjudicado presentó una denuncia contra la sospechosa y el asunto acabó en un juzgado de lo Penal, que condenó a la encausada a seis meses de prisión en 2024.
Disconforme con el fallo, la imputada presentó un recurso ante la Audiencia que no ha prosperado. El tribunal ha considerado que la mujer merecía el castigo que se le impuso en primera instancia.
En este sentido, los magistrados no se han creído la versión exculpatoria que planteó la procesado, un relato en el que admitía que su enfado por la actuación del enfermero, pero en el que negaba que le hubiese pegado. Solo aceptó que le «dio en el dedo índice» en el hombro. «(...) Reconoce la existencia del encuentro en el domicilio con el enfermero que acudió allí (...) para sacarle sangre a su madre, quien padece alzheimer y tiene la piel muy fina. Reconoce que por ver en su madre 'tres rayones con la aguja' le preguntó al enfermero '¿qué ha pasado?', añadiendo que el enfermero se puso muy nervioso saliendo por el pasillo, para allí tirarle la analítica, los botes de sangre se refiere, marchándose. Su hermana llegó tras llamarla y se llevó los botes al centro de salud. Ella curó a su madre. (...) Reconoce que le dio con el dedo índice al enfermero en el hombro», repasa la sentencia el testimonio de la mujer. La Audiencia, sin embargo, ha dictaminado que la investigada le dio un puñetazo al damnificado y no un mero toquecito. Se han quedado con la declaración de la víctima. «(...) Llegó a la casa y vio que la paciente estaba deteriorada, sin poder moverse y con las venas malas, y pidió a la acusada que le sujetara el brazo para que no lo moviera. La paciente subió el brazo inesperadamente cuando casi estaba terminando y sacó la aguja como pudo. Que vio un arañazo. Empezó a meter la sangre en los botes para que no se coagulara, y ella le gritó 'mira lo que le has hecho' (...), empujándolo contra la pared y propinándole un puñetazo en el hombro izquierdo que no le originó lesión externa aunque tuvo ansiedad».
Así las cosas, la resolución judicial ha ratificado que la encartada cometió un delito de atentado que castiga a quienes intimiden o agredan a funcionarios públicos, entre los que están incluidos los docentes o sanitarios que se hallen en el ejercicio de las funciones propias de su cargo, o con ocasión de ellas».
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