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La 'segunda vida' del Cortijo de la Nocla: de almunia árabe a centro de interpretación agrícola
Particulares quieren convertir esta casa rural y de recreo durante la época musulmana en un centro de interpretación agrícola
Si usted transita con frecuencia por la rotonda de Ogíjares, habrá observado el preocupante grado de deterioro del otrora esplendoroso Cortijo de la Nocla, enclavado ... en pleno corazón del Pago de Darabenaz. Aquella almunia árabe, con un enorme patio, setos en forma de laberinto y un aljibe 'construido' con las raíces de un árbol, languidece poco a poco hasta el punto de que ya sólo quedan cuatro muros en pie -y con riesgo evidente de derrumbarse en cualquier momento-. Pero cabe la posibilidad de que el Cortijo de la Nocla tenga una 'segunda vida'. Y es que hace unos meses, según confirman desde la Concejalía de Urbanismo, unos particulares presentaron en el Ayuntamiento la propuesta de convertir el Cortijo de la Nocla en un centro de interpretación agrícola, para lo que ya han establecido contacto con los propietarios del inmueble, el arzobispado de Granada, para la formalización de un contrato privado. Según estas fuentes municipales, la intención sería la rehabilitación de este edificio para poner en marcha un centro de visitantes sobre temas agrarios orientado, fundamentalmente, a los escolares de la provincia.
El concejal Miguel Ángel Fernández ha explicado que, al tratarse de una zona de Vega, los promotores han tenido que plantear un proyecto de actuación que, por ahora, ha quedado en 'stand by', a la espera de que resuelvan una serie de «reparos técnicos» -al parecer, falta documentación-. A principios de septiembre deberían quedar subsanados. En caso contrario el expediente quedaría archivado. Otro de los pasos previos es la declaración de utilidad pública por parte del pleno del Consistorio granadino. Y es que, según el Plan General de Ordenación Urbana de la capital, esta zona está catalogada como suelo no urbanizable de especial protección. En principio sólo puede tener un uso primario y en este caso, de forma complementaria, también educativo. Después ya vendría la solicitud de licencia ateniéndose a los dictados marcados por el Ayuntamiento.
Difícil recuperación
El edil Miguel Ángel Fernández opina que, dado el avanzado grado de deterioro, el Cortijo de la Nocla tiene una difícil recuperación arquitectónica. «Está en ruinas», reconoce. De ahí que a expensas de futuras intervenciones, el Ayuntamiento instara meses atrás a la titularidad, la Iglesia, para que pusiera los medios oportunos para disuadir la presencia de 'okupas' en el interior del Cortijo de la Nocla y evitar, al mismo tiempo, el peligro de que cualquier elemento se desprendiera y ocasionara una desgracia. En este punto conviene recordar que en 2015 el Cortijo de la Nocla fue pasto de las llamas, un siniestro que agravó la decadencia de la finca.
El Cortijo de la Nocla fue una casa rural y de recreo durante la época musulmana. Después de la Reconquista, los Reyes Católicos dividieron este área, el Pago de Darabenaz, en cortijadas de 150 marjales -unidad de medida de superficie utilizada por los nazaríes y que equivale a 528,42 metros cuadrados-. La Nocla, reformado en el siglo XVI, pertenecía a la marquesa de Ybarra, que terminó cediéndolo a la Iglesia. Mantuvo su esplendor y sus preciosos jardines durante tres siglos.
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