Sara Navarro no continuará como directora-gerente del Centro Lorca

Según apuntaban ayer desde la delegación de Cultura de la Junta, el motivo es la problemática jurídica que planteaba la renovación al estar el contrato adscrito al consorcio, ente que será liquidado cuando se constituya la nueva fundación en cuyos estatutos se trabaja desde hace meses. Lo que han consensuado las administraciones es abrir un nuevo concurso de méritos para seleccionar a la persona que se ponga al frente de esa entidad cuando se configure. «No hay polémica. Es una cuestión jurídica. Estamos muy contentos y agradecidos con el trabajo realizado por Sara Navarro», señalaba a IDEAL el responsable de la delegación, Antonio Granados.

La decisión llega cuando se cumplían dos años de la llegada al puesto de Navarro, que superó un concurso público en abril de 2019 en el que participaron figuras como Luis Fas, muy conocido en el ambiente cultural granadino por su trayectoria al frente de La Expositiva, o Rafael Abolafia, vinculado al ámbito de la escena y uno de los responsables de la coordinación de los programas de los teatros andaluces. Su papel al frente de la programación cultural del Patronato de la Alhambra y su experiencia internacional decantaron la elección.

Como directora-gerente, Navarro ha tenido que poner en marcha una organización que diera alas a la llegada al legado del poeta e hiciera frente a un contexto difícil marcado por la pandemia, que ha obligado a buscar alternativas a la presencialidad que hasta marzo del año pasado era marca del espacio, y por la propia situación del centro.

Pese a estos condicionantes, su labor ha quedado reflejada en la apuesta por el desarrollo de los perfiles digitales del museo y exposiciones de calibre como la dedicada al centenario del estreno de 'El maleficio de la mariposa', la primera obra escénica de García Lorca.

Durante su estancia, la directiva advirtió en repetidas ocasiones de la falta de recursos que padecía el Centro Lorca. La última vez fue hace un mes, cuando este periódico informó que el espacio llevaba meses sin poder cubrir las bajas de un bibliotecario y un archivero, dos de los puestos más relevantes a la hora de gestionar un legado como el del autor de Fuente Vaqueros. No era la primera vez. La dirigente había alertado previamente de otros problemas de plantilla ligados al área de administración y había requerido a las administraciones participantes en el proyecto que ampliaran los recursos para cumplir con los objetivos marcados desde el inicio.

Su salida abre un nuevo escenario en un espacio museístico que, cuando se inauguró, estaba llamado a erigirse como referente nacional e internacional y al que muchos vuelven los ojos como principal arma de Granada para lograr la capitalidad cultural europea en 2031.