Salvador sigue solo
El alcalde asegura que todo va funcionar con «normalidad» a pesar de que solo le queda el apoyo del concejal José Antonio Huertas
Pablo Rodríguez
Granada
Miércoles, 9 de junio 2021, 00:28
Incertidumbre es la palabra que define el futuro inmediato del Ayuntamiento de Granada después de la ruptura del gobierno municipal. El Partido Popular, hasta ahora ... socio de Ciudadanos, hizo efectivo ayer el ultimátum planteado a Luis Salvador en las últimas semanas si no se apartaba de la alcaldía. Los seis ediles populares abandonaron el gobierno. También lo hicieron Manuel Olivares y Lucía Garrido, dos de los cuatro ediles de Cs. El alcalde resistió, pero serán dos concejales en el gobierno y 25 en la oposición.
En una rueda de prensa en la sede popular a la que asistieron los seis concejales que le restan al grupo, el presidente provincial, Francisco Rodríguez, justificó la decisión por el cambio de las circunstancias tras la marcha de Sebastián Pérez e insistió en pedir al alcalde que dé un paso al lado. El líder popular afeó a Salvador que haya actuado «de espaldas» a los ediles y criticó su actitud por permitir que se mantenga «una situación de agonía». «Tiene que ser consciente de que cuando uno gana con mayoría absoluta, puede gobernar cuatro años. Pero si no, no», le dijo.
La decisión provocó un verdadero terremoto político que tuvo consecuencias inmediatas sobre Cs. La formación implosionó. Dos de sus cuatro miembros, Manuel Olivares y Lucía Garrido, siguieron los pasos de los populares y confirmaron también su salida apenas dos horas después. En el caso del exportavoz del grupo el golpe fue doble. El dirigente formalizó también su baja como militante y criticó el apego al sillón de Salvador.
Al regidor no le pesan las presiones políticas ni económicas recibidas en las últimas semanas
Ambos ediles, que comparecieron en el Consistorio, justificaron su decisión por considerar «inviable» gestionar la ciudad sin apoyos e indicaron al regidor que «la mejor solución es que dé un paso al lado y podamos gobernar con un proyecto que está sobre la mesa», en referencia a la hoja de ruta que hasta ahora mantenía el bipartito.
Olivares no se olvidó de su antiguo partido. El concejal explicó los motivos de su militancia, pero criticó «el giro hacia un apoyo al sanchismo» que dijo no compartir en absoluto. El edil, que hace escasos días había sido desautorizado como portavoz por la formación, reveló también que advirtió al consejo general de la situación que se vivía en Granada, pero que su llamada fue desoída. Junto a Garrido se reafirmó en su paso al grupo de no adscritos.
El espíritu espartano
La ruptura del gobierno municipal hizo inevitable la comparecencia del primer edil, que enarboló nuevamente el espíritu espartano del que hizo gala hace apenas unos días. Acompañado únicamente por José Antonio Huertas, su único apoyo en la corporación, Salvador confirmó que no renuncia a la alcaldía e hizo un llamamiento a la «tranquilidad» a la ciudadanía, a la que prometió que el Ayuntamiento va a seguir funcionando «con absoluta normalidad».
El primer edil, que acusó a los populares de haber cometido la mayor «irresponsabilidad» de la historia democrática de Granada, anunció su hoja de ruta para los próximos días. Comunicó la convocatoria de coordinadores, directores de área y directivos para tratar de organizar la gestión del día a día municipal. Asimismo desveló que comenzará conversaciones «discretas» con todos los grupos para buscar una salida.
La ruptura del gobierno municipal tuvo eco fuera de Granada. El consejero de Presidencia de la Junta y hombre fuerte del PP en Andalucía, Elías Bendodo, evitó valorar lo sucedido en la ciudad, que dejó en manos del PP de Granada «para que informe sobre este asunto». El responsable, no obstante, sí se refirió al pacto con Ciudadanos para «encapsular» al Ejecutivo, del que dijo que «goza de muy buena salud en la Junta y que tiene «vocación de continuidad hasta agotar el mandato». Por Ciudadanos, el coordinador de Andalucía y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, pidió explicaciones al PP granadino. El dirigente insistió en que Salvador es alcalde «porque así se votó en un pleno con mayoría» y reclamó a los antiguos socios que aclaren «si esta decisión es sencillamente por ocupar un sillón porque no obedece al interés general de los granadinos»
Bloqueo
El Consistorio queda bloqueado en la práctica tras la decisión de Salvador de resistir a los abandonos del grupo popular y de dos de los cuatro concejales que tenía Ciudadanos. Al regidor no le pesan las presiones políticas ni económicas recibidas en las últimas semanas para encontrar una salida a la crisis. Considera que su compromiso con la ciudad es más importante y aboga por tomar el camino más difícil, el de liderar el gobierno más pequeño de la historia municipal.
Su único escudero, José Antonio Huertas, se antoja vital para lograr lo que, desde fuera, parece una misión imposible. El panorama que se presenta no es precisamente sencillo. Al día a día de las áreas de gobierno abandonadas por los antiguos miembros del bipartito, ambos deben hacer frente a un calendario exigente en el que Granada se juega fondos europeos determinantes. El primer edil aseguró ayer que tiene «muchas posibilidades para garantizar que las cosas funcionen bien». Sin embargo, antes deberá buscar una solución al bloqueo político.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión