La sala de exposiciones de Puerta Real reabrirá como sede del acelerador

Según confirman fuentes de ambas instituciones, Las conversaciones arrancaron en la primavera pasada, cuando el consorcio contactó con el Consistorio para encontrar localización para sus oficinas en la capital. Ambas partes tantearon diferentes opciones, aunque fue la sala de Puerta Real la que mejor se adaptaba a las necesidades por su perfecta ubicación en el corazón mismo de la ciudad y por las facilidades que ofrecía como tarjeta de presentación del proyecto de cara a la ciudadanía.

En los últimos meses, las conversaciones han avanzado hasta ultimar una cesión que, si bien no está cerrada aún, congrega la voluntad firme de ambas partes. El objetivo es que una vez se culminen los aspectos pendientes, el acuerdo pueda llevarse en las próximas semanas a la junta de gobierno local. Los detalles exactos aún no se conocen. No obstante, las fuentes consultadas por este periódico apuntan a un periodo de traspaso que se extendería al menos hasta la puesta en marcha del acelerador en Escúzar y tendría vocación de permanencia.

Tanto el Consistorio como el consorcio, que integran el Ministerio de Ciencia y la Consejería de Transformación Económica al 50%, coinciden en la importancia de acercar y dar a conocer la iniciativa de IFMIF-DONES España a los granadinos. Como remarcans, el acelerador de partículas y la sede de la agencia de supervisión de la inteligencia artificial son los dos grandes proyectos científicos en los que está embarcada Granada, dos iniciativas que pueden catapultar la ciudad como referente en investigación avanzada tanto dentro como fuera de las fronteras del país.

Ambas instituciones creen que ubicar las oficinas en un lugar tan céntrico favorecerá la implicación de los ciudadanos, además de e facilitar las labores del personal del acelerador, que se encontrará a solo un paso de las principales sedes de las administraciones que componen el consorcio.

Sin embarco, es el aspecto cultural el que más interesa a las dos instituciones. Como aseguran las fuentes consultadas, el acuerdo que ultiman explicita la obligación de mantener el uso cultural de la sala que gestionaba la Fundación CajaGranada hasta su cierre.

La idea es que el espacio sea explotado y gestionado por IFMIF-DONES España, que elaborará una agenda cultural anual. No obstante, se plantea la colaboración del área de Cultura del Ayuntamiento en el diseño del programa. Las fuentes consultadas aseguran que la voluntad es que el espacio acoja exposiciones de carácter cultural que tengan una especial relación con el mundo científico y, en concreto, con todo lo vinculado al acelerador de partículas. No obstante, también se abre la puerta a que se desarrollen muestras y eventos con un concepto más amplio y en el que las artes tradicionales tengan cabida.

El acuerdo entre ambas instituciones va a requerir de una necesaria adaptación de las instalaciones. Las fuentes consultadas aseguran que se desea convertir el hall de entrada en un lugar de recepción y exposición sobre el proyecto. Este espacio estaría abierto al público en todo momento con vistas a dar a conocer las particularidades del acelerador y podría albergar maquetas, folletos y audiovisuales. Las oficinas se localizarían en la primera de las salas. Esta habitación, que en tiempos pretéritos albergó muestras, se encuentra en perfectas condiciones y no requeriría de grandes trabajos salvo los indispensables para la creación de diferentes compartimentos, que albergarán a una treintena de personas. La segunda de las salas, la de mayor tamaño, mantendría el mismo uso que antaño y se emplearía para exposiciones.

Además de la nueva distribución, el espacio requerirá de inversiones para resolver los problemas de accesibilidad que padece desde hace años. Por el momento, no existe un proyecto claramente desarrollado, aunque el objetivo es facilitar la entrada al conjunto de las personas con movilidad reducida, algo que cuando el espacio de exposiciones estaba abierto no era posible.

La intervención, por otra parte, debe tener en cuenta la particularidad del inmueble, que está catalogado como bien de interés cultural. Esto obliga a que los trabajos sean aprobados con carácter previo por la comisión provincial de Cultura y Patrimonio. No obstante, la voluntad es que se mantenga un respeto máximo por el edificio, a cuyo carácter monumental se adecuarán las soluciones que se desarrollen. Aunque aún no hay plazo determinado para la apertura, la intención es que, si se cierra el acuerdo, las instalaciones puedan reabrir a finales de 2023 o principios de 2024.