«No sabemos cuánto durará esta situación y hay quien abusa del agua»
Vecinos de Alicún de Ortega llenan sus garrafas de un camión que los abastece desde hace dos semanas y siguen a la espera tener de un segundo pozo
Apenas son las diez de la mañana cuando Dolores sale de casa acompañada de su vecina y amiga Paquita en busca de agua con la ... que poder cocinar o fregar los platos. Inician así un paseo cargadas de garrafas vacías que transportan con ayuda de un carrito de la compra que se ha convertido en su mayor aliado en una rutina que ya forma parte de su día a día.
Alicún de Ortega lleva dos semanas sin tener agua apta para el consumo humano en sus grifos. El Ayuntamiento advirtió el pasado 12 de agosto que el pozo que abastecía al municipio se había quedado sin agua por unos supuestos pozos ilegales y que las captaciones que un vecino había cedido no cumplían los requisitos de salubridad para los ciudadanos. Diputación envió dos días después un camión cisterna que sigue ubicado en las instalaciones del campo de fútbol para suministrar a los vecinos este bien de primera necesidad. Un cartel del vehículo indica que el agua de su interior sí es apta para el consumo humano.
La situación no ha mejorado más de dos semanas después. El Ayuntamiento de Alicún de Ortega emitió este martes un nuevo bando informativo en el que recordaba a la población que se mantenía la incidencia en el abastecimiento de agua e instó a los vecinos a no regar jardines y huertos, a no lavar vehículos y reducir en todo lo posible aquellas actividades que impliquen un uso excesivo de agua.
Más población
El alcalde Rafael Marín (PSOE), explica que la situación se ha visto agravada semanas atrás porque el municipio triplica su población durante las fiestas y los meses de verano, pero que espera que mejore en los próximos días. «Ha habido, por lo general, un buen comportamiento de los ciudadanos. Saben lo que hay», afirma el regidor.
El Ayuntamiento, además, se encarga de recoger dos veces al día muestras de agua del almacenamiento en el camión para comprobar que se mantiene en buenas condiciones.
Sin horizonte
El agua corre por las calles procedente de los patios de varias casas mientras muchos vecinos lamentan lo sucedido. «No sabemos cuánto durará esta situación y hay quien abusa del agua», dicen, con un tono que refleja una mezcla entre indignación y enfado. Muchos reconocen haber reducido el tiempo de sus duchas pese al calor que aún golpea la localidad de los Montes Orientales. Otros trasladan su cuidado a la hora de poner lavadoras deliberadamente. «Debemos aportar todos nuestro granito de arena», añaden.
Dolores y Paquita transmiten la gravedad del problema a quienes le quitan hierro al asunto, que tampoco expresan gran sorpresa ante lo sucedido.«En Alicún llevamos toda la vida así. Si no es por una cosa, es por otra», relata Juan. Reside desde hace más de 40 años en el pueblo y cuenta cómo el suministro a veces se interrumpe en el barrio de la Estepa, donde no llega el agua cuando los niveles de reserva son bajos. «Llenamos las bañeras y los cubos. Aquí estamos acostumbrados a aprovechar hasta la última gota de agua», detalla. La casa de Angelitas es una muestra de ello. La mujer guarda en diversos recipientes el agua procedente del camión de Diputación para completar sus tareas del hogar, porque la del grifo tampoco es apta para lavar los platos. Siguen con su día a día como pueden y enfrentan las vicisitudes de vivir sin agua potable en sus casas mientras preguntan a cada vecino que encuentran a su paso si alguien sabe hasta cuándo durará esta situación.
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