Le roban el taxi a punta de navaja
Hacía un servicio desde la estación de autobuses a la calle Molino Nuevo y allí le robaron el coche que después fue recuperado
Joaquín tiene 52 años y 23 de ellos se ha ganado la vida conduciendo un taxi. Es su empresa, su forma de sacar económicamente adelante ... a su familia. El jueves por la tarde le robaron el taxi a punta de navaja.
«Recogí a un pasajero en la estación de autobuses y me pidió que lo llevara a la calle Molino Nuevo», explica este empresario autónomo. El cliente era joven, moreno y bien vestido. En ningún momento pensó el taxista que el chico fuera a sacarle una navaja.
«Cuando llegamos a Molino Nuevo me pidió que me metiera en un callejón y me negué. Después fue a pagarme con un billete de cincuenta euros y le dije que no tenía cambio, que me abonara con una tarjeta de crédito. Y en ese momento me quitó las llaves del coche y me sacó una navaja. Mi reacción fue empujarle y salir del coche con el teléfono móvil para pedir auxilio». En ese momento, el ladrón se cambió del asiento del copiloto al del conductor, pisó el acelerador y salió con el taxi.
Joaquín intentó parar algún vehículo en aras de ser auxiliado, pero todos pasaban de largo. Antes llamó a la Gremial del Taxi y a la Policía Nacional. «Quiero que destaques antes que nada lo bien que lo hizo la Policía Nacional que fue la primera en atenderme y la Policía Local que logró encontrar el taxi después. La Policía Local hizo un trabajo excepcional porque ellos están conectados con nosotros. Las dos policías lo hicieron muy bien».
Todos los taxis suelen llevar una aplicación geolocalizadora para saber en cada momento dónde se encuentran. El problema, cuando le robaron el coche a Joaquín, fue que esa aplicación se encuentra en el teléfono móvil que no lo dejó en el taxi, sino que se lo llevó. «Vino en mi auxilio un amigo taxista al que llamé, nadie más del gremio apareció por allí. Y también llegó rápidamente la Policía Nacional».
Las casualidades quisieron que un amigo suyo, también taxista, viera el coche estacionado en una calle de la barriada de La Paz. «Poco después me llamó la Policía Local para decirme que habían encontrado el taxi», advierte. Tenía las llaves puestas y la ventanilla del conductor bajada. «Estaba en la calle Abrucena, en una zona relativamente próxima al lugar donde me lo robaron, a un kilómetro más o menos», resume. El ladrón se llevó el taxi y un chaleco amarillo, pero dejó en el interior el navegador y el resto de cosas de valor. «El dinero no pudo llevárselo, porque lo tenía yo encima», explica.
Policía Nacional ha abierto una investigación para tratar de averiguar quién puede estar detrás de este robo de un taxi. Aunque no será fácil dar con el autor del robo. Hace quince años que no se producía un robo de un taxi, según los datos consultados por este periódico. Ocurrió cuando taxista fue obligado por dos individuos a bajarse del vehículo y entregarlo. Tras una persecución de Policía Nacional y Local en aquel entonces, ese taxi, con sus dos ocupantes dentro, acabó estrellado en un barranco.
Le pincharon
«Yo tengo 52 años y antes era muy lanzado para todo. Cuando veía cualquier chorizo amenazando a una mujer o intentando robar me metía por medio para evitarlo.Incluso una vez me dieron una pinchada con una navaja. Ahora ya con más años en el cuerpo intento evitar estas situaciones de riesgo».
Joaquín pasó ayer por la Jefatura de Policía para que le extrajeran las huellas del coche e intentar dar con las del individuo que le robó el taxi la tarde del jueves sobre las 20.15 horas.
IDEAL habló ayer con el presidente de la Gremial del Taxi de Granada, Ramón Alcaraz, quien reconoció que hacía mucho tiempo que no robaban un coche a un taxista. «Los atracos a taxistas son por rachas, igual hay unos individuos dedicados a este tipo de hechos delictivos y no paran hasta que los coge la policía». De momento, el gremio está tranquilo, salvo por el robo del taxi de Joaquín, que en principio parece un hecho aislado.
Este taxista, vicepresidente de la asociación Élite de autónomos y asalariados del taxi de Granada, quiere pasar página lo antes posible de la pesadilla vivida la tarde noche del jueves. «Lo pasé muy mal, porque con un tío armado dentro del coche estás vendido, no puedes hacer nada. Lo empujé para poder echarlo del coche y yo poder salir también. Lo importante es que estamos aquí para poder contarlo y que tengo el taxi. He tenido mucha suerte».
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