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Los Reyes regalaron la estampa más navideña a Granada
La capital y la provincia se vistieron de blanco, algo que no ocurría desde hace un lustro
Un puñado de turistas disfrutó ayer por la mañana del raro privilegio de quedarse 'atrapados' en la Alhambra durante unos preciosos -por valiosos y por ... bonitos- minutos. La nieve que cayó sobre la capital granadina, algo que no ocurría desde hace un lustro, convirtió el monumento nazarí en una suerte de refugio de montaña. La bella 'trampa' -ver la Alhambra vestida de blanco es un espectáculo que subyuga hasta a la persona más insensible- se originó en la rotonda en la que desemboca el acceso sur al Castillo Rojo, cuando dos autobuses de excursionistas patinaron y se cruzaron en el asfalto debido a la intensidad de la nevada, según informó el portavoz de la Policía Local de Granada. Así que durante algo menos de media hora, no se pudo ni bajar de la Alhambra ni tampoco subir.
Además, el Ayuntamiento decidió suspender el funcionamiento del tren turísticos para conjurar el riesgo de que pudiera ocurrir algún percance.
Fueron las anécdotas más llamativas de una jornada en la que nieve, que no cuajaba en la ciudad desde el 28 de febrero de 2013 -aquella vez las precipitaciones fueron todavía más fuertes: incluso se pudo esquiar en el Paseo del Salón- también causó problemas en el Camino Real de los Neveros -la arteria principal que recorre el empinado barrio de Bola de Oro- y en El Fargue, donde incluso tuvo que actuar la unidad 'Puma' de la Policía Local, un vehículo de propiedad municipal diseñado para ser el puesto de mando avanzado en caso de catástrofe y que está dotado de unas poderosas palas quitanieves.
Con todo, los problemas en la capital quedaron solventados pasadas las tres de la tarde.
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