Retiran veinte toneladas de basura del río Genil

Es el balance de un año de trabajo, que ha terminado esta semana, para los operarios de Contratas y Mantenimientos Alhambra (CYMA), empresa que emplea Emasagra para el saneamiento de los ríos Darro y Genil. Tan solo en 2018 los trabajadores retiraron unas 6.800 toneladas de elementos de arrastre, zahorras naturales o arenas, que se han utilizado después para producir materiales de construcción.

Además de los sedimentos que arrastra el cauce a su paso, se han retirado aproximadamente veinte toneladas de basura en 2018, cifra en la que se incluye materiales como las algas –que requieren su depósito en un planta de gestión de residuos. Los grupos ecologistas han puesto en numerosas ocasiones el grito en el cielo, o mejor dicho en Twitter, para denunciar el estado del Genil y mostrar su preocupación por los animales que habitan las aguas del río.

La división local de la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) criticó el lunes a través de su perfil en la red social la suciedad del agua y preguntó a los usuarios : «¿A qué estamos condenando a los animales que conviven con nosotros?». El texto iba acompañado de una foto en la que un pato nadaba entre la mugre. Emasagra señala que el mantenimiento del río Genil es una labor que la empresa municipal desarrolla de forma «continua y diaria».

La empresa apunta que algunas de las tareas se realizan de manera constante, como es la retirada de «residuos ocasionales o labores de limpieza de materiales flotantes» con una zodiac en la zona embalsada a la altura de la clínica Inmaculada, mientras que otras tareas se realizan de manera periódica varias veces en el año, como es el desbroce de la vegetación o la retirada de zahorra acumulada por la subida de las compuertas de la presa.

A finales de febrero Emasagra inició el mantenimiento del Genil por tramos. El último de ellos, que abarca desde Puente Verde hasta el puente de la clínica Inmaculada, es el punto más conflictivo y se ha estado adecuando esta semana. La actuación forma parte de la limpieza periódica que coincidió con la llegada del buen tiempo para evitar la colonia de mosquitos y los malos olores del agua estancada.

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dependiente del ministerio, tiene la competencia del río. Sin embargo, en territorio municipal colabora con el Ayuntamiento para su mantenimiento.