La retirada de la mascarilla y la Semana Santa provocan un aumento de los contagios y las hospitalizaciones

En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) la situación se mantiene estable, con cinco personas ingresadas. La situación dista mucho de las mismas fechas del pasado año, en plena campaña de vacunación, cuando había encamadas 208 personas, 66 de ellas en la UCI.

Asimismo, la cifra de contagios también ha aumentado considerablemente tras el adiós a la mascarilla en interiores y la Semana Santa. Si a principios de abril no se superaban los 400 positivos en los partes de Salud, el de ayer hablaba de 826 contagios en los últimos tres días. Esta cifra se ha mantenido prácticamente todo el mes de mayo por encima de 500.

El dato más trágico sigue siendo el de los fallecidos, dos en los tres últimos días, lo que eleva la cifra total de muertes en la provincia a 2.149 desde el comienzo de la pandemia. En los últimos siete días han sido seis las personas que han perdido la vida a causa del virus. El dato positivo es una vez más el de los recuperados, 689, que revela que la inmensa mayoría de infectados supera la enfermedad.

Expertos coinciden en que era demasiado pronto fijar el 20 de abril como fecha para prescindir de las mascarillas en interiores, al ser justo después de Semana Santa, unos días de grandes aglomeraciones y constante movilidad. Para el experto en salud pública Joan Carles March, hubo otras normas igualmente precipitadas. «Fue un error importante dejar de ofrecer datos diarios de covid -ya solo se dan los martes y viernes-, es muy difícil tomar decisiones sin tener información. También fue equivocado retirar la cuarentena a los contagiados», apostilla.

Por su parte, el experto en Medicina Preventiva Pepe Martínez Olmos recuerda el papel de la mascarilla a la hora de frenar contagios. «Al quitarla hay más riesgo de ingresos y muertes, todo está relacionado. Hay que insistir en que sigue siendo útil y debe utilizarse no solo donde es obligatorio, también, por ejemplo, en aglomeraciones», apunta.

Joan Carles March indica que «estamos muy arriba» en número de contagios. «En unas semanas empezará a bajar, pero la mortalidad es constante y más elevada de lo que pensábamos», alerta. Asimismo, March cree que las variantes de ómicron también están detrás del aumento de ingresados. A su juicio, los granadinos subestiman no solo estas variantes, sino la pandemia en general. «Parece que ya ha terminado y es más importante la viruela del mono, que no digo que no sea relevante, pero también la covid», manifiesta.

En cuanto a la vacunación, la inmunidad generada por ellas ya bajado y buena parte de la población no ha querido recibir la tercera dosis. En el foco se sitúan las personas mayores y demás grupos vulnerables. «Es donde vemos más ingresos y fallecimientos. Seguirán produciéndose mientras el virus esté circulando, ya sabemos que es capaz de desestabilizar a aquellos que tienen patologías graves», destaca Pepe Martínez Olmos.

De cara a junio se espera una bajada «importante» de los diversos indicadores gracias al buen tiempo y las actividades en exteriores. Eso sí, a mediados-finales de junio los dos expertos auguran un posible «pico» debido a la celebración del Corpus, como ya ocurrió en Sevilla con la Feria de Abril. «Veremos aglomeraciones en las casetas y gente bailando e interactuando. Si no se ponen medidas como recomendar la mascarilla en su interior o limitar las aglomeraciones está claro que podremos volver a tener ese pico», advierte Joan Carles March.