Restricciones al tráfico y más autobuses reducirán los coches un 11% en el Cinturón

La flota de autobuses está envejecida e incluso falta información en las paradas del autobús interurbano sobre las propias líneas. Estas debilidades de las conexiones entre la capital granadina y sus municipios colindantes están recogidas en el Plan de Transporte Metropolitano del Área de Granada, que plantea cambios en el modelo de comunicación entre ambas zonas y medidas para acabar con los atascos y reducir la contaminación.

La consejería de Fomento acaba de sacar a exposición pública este plan que será la herramienta que ayude a ordenar el tráfico, a reducirlo y a potenciar ante todo el transporte público. Si las medidas que se plantean se llevan a cabo, los resultados serán beneficiosos. Según recoge el estudio se disminuirá el transporte privado motorizado de un 52% (en 2019) a 41% y el transporte público crecerá de un 11% a un 18%. Gracias a este cambio que proponen se reducirá el número de viajes (se hacen 908.385 una jornada laboral) se potenciará el transporte más sostenible y se reducirá la contaminación atmosférica y acústica.

Las emisiones se reducirán un 30%. Este plan define la hoja de ruta para satisfacer las necesidades de movilidad del Área Metropolitana de Granada, como resultado de un estudio exhaustivo en 57 municipios, entre los que se incluye la capital nazarí y su área de influencia. El informe ha utilizado por primera vez datos de telefonía móvil para cuantificar los desplazamientos diarios entre términos municipales y diseñar las líneas de transporte público que descongestionarán los colapsos.

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, destacó que con la publicación del documento el Gobierno andaluz da un paso importante. «El plan, que se aprobará en 2023, aportará ideas concretas y factibles para subsanar uno de los problemas más importantes que sufren a diario los granadinos: la movilidad. Será un documento imprescindible para definir el futuro de Granada y su entorno», indicó Carazo.

El plan recoge actuaciones concretas como la ampliación del metro de Granada, la construcción de plataformas reservadas en los principales accesos a la ciudad, la creación de corredores de transporte de altas prestaciones, la implantación de 'park&ride' o aparcamientos disuasorios ligados al transporte público o la ampliación de la red de carriles bici metropolitanos.

Las líneas de autobús metropolitanas serán reforzadas con la creación de los llamados corredores de altas prestaciones, con los que se mejorarán tiempos de viaje y las capacidades de las expediciones en base a los viajes diarios entre diversas zonas del área metropolitana. Se proponen siete corredores de altas prestaciones desde los municipios de Huétor Vega, La Zubia, Jun, Ogíjares, Peligros, Atarfe hasta la ciudad de Granada, además del Aeropuerto-Granada. El plan contempla líneas de alta capacidad en las que el autobús tenga prioridad (compatibles con posibles planes coordinados, es decir, vinculados con el autobús urbano de la capital).

El tráfico se reducirá con la implantación de una zona de bajas emisiones que toma como base el área y las restricciones previstas en la ZBE de la ciudad de Granada. En un primer lugar, se amplía hasta englobar todos los municipios que cuentan con red de metro, limitando en su margen oeste con la carretera GR-30. Después se podría ampliar, en base a las posibles ampliaciones de los corredores de transporte de altas prestaciones, incluyendo en la parte norte a Peligros, Atarfe y Santa Fe, y Churriana de la Vega, Gabia Grande, Ogíjares, La Zubia y Huétor Vega.

También se reestructurará el sistema de líneas de transporte público o el control e información al viajero en tiempo real con la adecuación de las marquesinas del Área Metropolitana.