El incendio de Portugal afecta al aire de Granada
La UGR detecta una capa de humo a tres kilómetros del suelo y un aumento de la concentración de partículas de gases procedentes de la combustión
En los últimos días un cielo oscuro y espeso ha recibido el despertar de los granadinos. La calidad del aire ha empeorado. La boina que ... cubre la ciudad no es calima ni contaminación. El humo de los incendios que han perjudicado al norte y centro de Portugal se ha instalado a dos y tres kilómetros del suelo
Los restos del fuego llegaron primero a la zona de Galicia, muy próxima al área afectada, pero también a Extremadura, Madrid y Andalucía. En Granada, el paso de la humareda deja una concentración mayor de partículas de monóxido de carbono y dióxido de azufre gases procedentes de una combustión incompleta, según explica Lucas Alados-Arboledas, Catedrático de Física Aplicada en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, que monitorea la calidad del aire de la ciudad gracias a los equipos de medida de la estación IISTA-CEAMA y la colaboración de un grupo de expertos.
«La presencia de monóxido de carbono y dióxido de azufre ha sido más alta de lo habitual. Esa capa de humo ha llegado también a nuestras montañas, donde se puede apreciar un velo que disminuye la visibilidad en áreas como Montevive», cuenta. Alados señala que la llegada del humo procedente de Portugal se inició durante el fin de semana por un cambio en las corrientes de aire y, aunque el fuego se haya extinguido, sus efectos tardan más en disiparse.
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En la clasificación realizada por las estaciones del hollín, que suele proceder del tráfico rodado o de la quema de rastrojos y biomasa, se ha disparado a cerca de un 18%, cuando lo habitual se sitúa entre un 2 y un 4% de concentración y los científicos asocian este hecho a los incendios. Las concentraciones de carbono negro registradas en la estación UGR aumentaron significativamente desde las últimas horas del domingo, alcanzando los valores más altos durante la mañana de ayer. Los científicos observaron también un aumento en las concentraciones de material particulado en suspensión (PM10), que son de poco tamaño e impactan duramente en los pulmones al ser respiradas, con valores altos sobre todo el pasado lunes.
Hace 12 años los instrumentos de medición también constataron la presencia de humo y restos de otro incendio en el país vecino. Además, en una ocasión el sistema registró también la llegada de una humareda procedente de un incendio de Cánada.
Las imágenes captadas por el satélite Sentinel-3 el pasado 17 de septiembre mostraban una nube de humo que se ha extendido hasta cubrir aproximadamente 100.000 kilómetros cuadrados del océano Atlántico. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya avisó la pasada semana de que el humo de Portugal llegaría a España. «Las partículas de humo procedente de los incendios de Portugal serán transportadas por el viento a otras zonas de la Península. Podrá notarse cierto oscurecimiento en los cielos de algunas zonas, incluso a decenas o cientos de kilómetros de distancia», advirtió la agencia. Los fuegos de la última semana han arrasado al menos 135.000 hectáreas y ha causado siete víctimas mortales, además herir a otras 12 personas gravemente y destruir casas y otras edificaciones todavía por cuantificar. Los incendios son los peores que Portugal recuerda desde 2017.
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