El restaurante más antiguo de la Alpujarra: más de 50 años «tradición y comida casera»
El Restaurante Teide, que abrió sus puertas en el año 1970, es uno de los principales atractivos de Bubión
Más de 50 años de tradición, cocina casera y muchos platos alpujarreños. Esas son las principales señas de identidad del Restaurante Teide, uno de los ... más conocidos de toda la Alpujarra que supera ya el medio siglo de trayectoria desde que abrió las puertas por primera vez en el año 1970. Y hoy, 55 años después, puede presumir de seguir fiel a sus principios, ofreciendo la auténtica gastronomía de la zona.
Ubicado en el número 1 de la calle Carretera de Bubión, la popularidad de este restaurante es tan grande que se ha convertido en un punto de referencia en el municipio. De hecho, es utilizado como punto de encuentro con tanta frecuencia como la Iglesia o el Ayuntamiento del pueblo, lo que deja clara su importancia en la zona.
«El restaurante se abrió en el año 70 con mi abuelo Julio Pérez López al frente con la ayuda de algunos de sus hijos. Fue uno de los primeros restaurantes de toda la Alpujarra», cuenta a IDEAL Antonio Julio Pérez, que es el encargado del negocio desde hace tres años, tras la jubilación de su madre Dolores Manrique. «Mis padres se hicieron cargo del restaurante sobre el año 80 y ahora lo llevo yo con mi mujer».
«El restaurante tiene unas vistas muy bonitas, incluso algunos días se llega a divisar Salobreña y Almuñécar»
Antonio Julio Pérez
Encargado y propietario del Restaurante Teide
Sobre cómo es el restaurante, Antonio destaca el enclave en el que se encuentra: en pleno Barranco de Poqueira. «Tenemos una terraza con unos cerezos muy grandes que dan mucha sombra y el restaurante tiene unas vistas muy bonitas del barranco. Incluso algunos días se llega a divisar Salobreña y Almuñécar», detalla. Todo ello sin olvidar su comedor, que es «bastante amplio» y la barra, que resulta perfecta «para tomar algo».
La clave del éxito del Teide no es otra que seguir cocinando «como hace 50 años». «Trabajamos como cuando abrió el restaurante. Los platos más destacados son el alpujarreño, las migas de sémola, la pierna de cordero al horno y el cabrito en salsa», comenta Antonio, que también recomienda recurrir a otros platos «de toda la vida» como las croquetas, el pollo en salsa o las albóndigas. «Aquí cocinamos con mucho ajo, pimiento seco y almendras. Es la esencia de la zona».
Más que un negocio, tras toda la vida en el restaurante, el Teide para Antonio es como su casa. «Nos conoce mucha gente y para mi es una responsabilidad conservar la tradición de mi familia y de la zona porque somos unos referentes en el pueblo». Una responsabilidad que les empuja a trabajar duro cada día con el objetivo de que «la gente se vaya contenta». «Para nosotros es un orgullo que hablen bien de nosotros porque es parte de nuestro trabajo y es algo que siempre gusta», finaliza.
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