Un rescate en altura en el PTS de Granada

Los equipos de emergencias se enfrentaron a una preparación sanitaria en la zona de mayor riesgo sísmico de España. Bomberos de Granada, profesionales del 061, del SUAP y del servicio de Urgencias del Clínico San Cecilio actuaron como si en el hospital se hubieran producido diversos altercados. Un hombre habría resultado herido de gravedad quedando atrapado en una zona inaccesible. El director del centro de emergencias sanitarias CES 061 de Granada, Eladio Gil Piñero, explicó a este periódico que «le habían caído cascotes en la cabeza y en el pecho y estaba comprometido vitalmente, pero no era posible rescatarlo».

«El paso estaba obstruido, así que los bomberos llevaron a cabo un rescate en altura, en vertical, a través de una tirolina. Metieron una férula, un colchón de vacío, para transportar el cuerpo y que fuera atendido por un equipo asistencial», señaló. En este contexto, los bomberos tuvieron un doble papel: asegurar la entrada al salón de actos -donde tendría lugar el encuentro- y preparar un apuntalamiento con una estructura de madera para evitar que los asistentes pudieran verse afectados por un nuevo desprendimiento.

Una mesa muy grande sirvió de pasillo y para frenar el desplome de otras estructuras. «Este trabajo es más lento; aquí lo que prima es la seguridad», aseguró Gil Piñero. Tenían que montar algo que soportara el peso de un voluntario que iría acompañado de un bombero, pero «no se pudo bajar al herido como estaba previsto porque la misma estructura que habían puesto obstaculizaba el trayecto de la tirolina». Todos estaban con el alma en vilo.

Viendo que la tirolina iba a chocar con la estructura, los bomberos decidieron bajar antes de tiempo al herido. Lo pusieron en una camilla y lo llevaron a una tienda de campaña donde esperaban sanitarios del 061 y del SUAP, además de personal del hospital. Se encontraba grave e intubado y presentaba un importante trauma craneal, por lo que una ambulancia lo trasladó rápidamente hasta la puerta del servicio de Urgencias, «donde habrían logrado estabilizarlo y, probablemente, salvar su vida».

Reto superado. Gil Piñero se mostró satisfecho ante el resultado del ejercicio, «que no es un simulacro al uso, sino un rescate de bomberos con participación sanitaria». Aunque el hospital está preparado, siempre puede haber desprendimientos de cornisas en caso de terremoto. Por eso, los equipos de emergencias de Granada se han entrenado para las primeras horas. «Pueden darse daños estructurales en hospitales y daremos las respuestas que podamos con los recursos que tenemos sacando medios de debajo de las piedras, pero estamos preparados -insistió el director del 061-. Lo que prima es la coordinación local, la colaboración ciudadana y la seguridad».