Rescatan a un caballo que cayó en una zanja en la Vega de Granada

Ha ocurrido esta mañana del 7 de abril en una parcela campestre cercana a la capital. El corcel trotaba por un camino rural cuando, de repente, se lo tragó la tierra. Cayó en una postura propia de un contorsionista. Pero estaba vivo y, aparentemente, no había sufrido fracturas ni lesiones graves de otro tipo. Tuvo suerte porque el socavón era profundo.

Cuando el dueño del caballo se percató del percance, avisó a los servicios de emergencias y la resolución del peliagudo accidente quedó en manos de los Bomberos de Granada, que se desplazaron hasta el lugar de los hechos en uno de sus camiones.

Tras estudiar la situación, los rescatadores decidieron utilizar la escalera de su vehículo a modo de grúa para extraer al animal del atolladero. Ataron unas cuerdas elásticas al extremo de la escala y amarraron las patas del animal con ellas.

Poco a poco, el mecanismo elevador fue alzando el corpachón del rocín. Fue una maniobra compleja, pero resultó efectiva.

Unos instantes más tarde, la caballo estaba a salvo y se puso en pie, una señal evidente de que había superado el trance sin sufrir heridas de consideración.

Pero aún quedaba un detalle para rematar la operación: los bomberos tenían que recuperar las cuerdas anudadas a las patas del potro. Yel animal, como es normal, estaba muy inquieto.

Solventado este último obstáculo, los rescatadores recibieron el aplauso de unas vecinas de la zona que habían asistido con alivio al desenlace de la singular intervención.