La reforma de Tejeiro encara el final con la construcción del nuevo acerado
Urbanismo espera concluir los trabajos en la calle a principios de noviembre
La reforma de Portón de Tejeiro y las calles del entorno encara el tramo final. Después de un verano en el que se aceleraron los ... trabajos aprovechando la desbandada de residentes con motivo de las vacaciones, los operarios acaban de iniciar la construcción del nuevo acerado, uno de los últimos hitos de referencia en el proyecto.
Según informó este miércoles la alcaldesa Marifrán Carazo a través de una nota, la remodelación está cumpliendo los plazos previstos en la planificación y alcanza ya su fase final tanto en la propia Tejeiro como en Martínez Campos, Luis Braille y San Vicente Ferrer, las otras vías que se incluyen en el marco de actuación.
Atrás quedan, como recordó la regidora, los trabajos para sustituir las redes de saneamiento y abastecimiento que están en el origen de la intervención. El estado actual de las calles permite ya vislumbrar el futuro de la zona, con aceras más amplias y más espacio para el arbolado. Casi un centenar de ejemplares van a poblar la zona, con especies como los naranjos, los limpiatubos o los jaboneros chinos.
A las nuevas sombras se van a sumar más puntos de luz, que serán casi una treintena, y mobiliario urbano de última generación. Habrá, además, una zona de juegos en Martínez Campos que contará con elementos enfocados para los más pequeños y una fuente adaptada para personas con discapacidad.
Plataforma única
Las calles contarán también con plataforma única para el paso de los vehículos. La principal novedad sera que se empleará el nuevo pavimento UrbaMasai, que este mismo miércoles fue presentado por el Ayuntamiento en un acto conjunto con la Universidad de Granada.
Este tipo de asfalto presenta importantes mejoras respecto al tradicional. Parte del material con el que está compuesto procede de residuos del entorno de Granada, lo que implica el reciclaje de sustancias que, de otra manera, afectarían al entorno. La mezcla, no obstante, está pensada para resultar más resistente y menos ruidosa al paso del tráfico. A esto se suma un modelo de fabricación a temperaturas más bajas que requiere un menor gasto energético y facilita que pueda ser empleado por los operarios, que no tienen que soportar el calor que el método antiguo conllevaba.
Carazo destacó que la obra, que enmarcó en un programa de actuaciones que supondrá una inversión de 40 millones de euros, «no responde a un proyecto aislado» y aseguró que forma parte de un programa enfocado a que la ciudad «avance hacia un modelo que priorizará la accesibilidad peatonal, la sostenibilidad ambiental y la mejora de la calidad de vida en todos sus barrios».
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