Los redactores del PGOU reabren el debate sobre el traslado del ferial de Granada
Plantean incrementar la vivienda protegida en el proyecto de los talleres de Renfe y revertir a rústico varios suelos del Fargue
PABLO RODRÍGUEZ
Lunes, 25 de abril 2022, 00:04
El traslado del recinto ferial vuelve a estar sobre la mesa. Los redactores del avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) consideran que se ... trata de una alternativa a valorar a la hora de resolver el futuro de la parcela en la que se encuadra hasta el momento, ubicada en Almanjáyar. Así consta en su último informe, que está colgado para lectura pública en la web dedicada al nuevo plan general de Granada.
El documento, que consta de 593 páginas, desgrana los objetivos de desarrollo urbanístico de la ciudad e informa de las fases aún pendientes para la elaboración del avance, trámite obligatorio para la aprobación del nuevo PGOU. Incluye también una descripción de los diferentes planeamientos de los que se dotó Granada a lo largo de su historia, una revisión que se completa con un análisis de su situación actual.
En ese marco, los técnicos centran su atención en las áreas de reforma interior. Se trata de una serie de desarrollos previstos tanto en el PGOU de 2001 como en el Plan Especial de Protección del Centro, vigentes en la actualidad, que afectaban a parcelas mayoritariamente ubicadas dentro de la trama urbana de la ciudad.
Una de ellas es la AR-8.01, ubicada en Norte, que es la que alberga el recinto ferial. Con una superficie de 190.866 metros cuadradas, la adaptación que se propuso del PGOU en 2009 planteaba un uso global de carácter residencial. El proyecto original era que se destinara a vivienda protegida de manera mayoritaria, aunque incluía equipamientos y espacios libres. Se supeditaba, sin embargo, al traslado de las casetas a otro lugar.
El diagnóstico realizado por los redactores del avance constata que solo se ejecutaron dos de los equipamientos previstos -el parque de bomberos y las instalaciones de Protección Civil- y ofrece dos alternativas a estudiar, entre las que se encuentra el cambio de ubicación del recinto. Los técnicos, que insisten en que esta opción «deberá evaluarse», plantean «la idoneidad del traslado del ferial» para llevar a cabo «una actuación de transformación de reforma interior sobre los terrenos».
La recomendación no explicita el destino del ferial y habla de «posiciones más óptimas». Tampoco concreta el futuro empleo del solar, que resume en la idea de «transformación urbanística» con la finalidad de «incorporar nuevos usos».
La primera fase de participación concluye con 112 sugerencias
La primera fase participativa para la redacción del avance del PGOU ha concluido con la recepción de 112 sugerencias. Como recoge el informe de los técnicos, entre los partícipes se cuentan abogados en representación de particulares o empresas, un experto en contaminación lumínica, el colegio profesional de arquitectos y ocho asociaciones, tres de corte ecologista.
Los principales temas tratados tienen que ver con la movilidad, con propuestas para la ampliación de la red ferroviaria superando el modelo de la Alta Velocidad, la integración del tren a su paso por la Chana, la reducción de los desplazamientos en coches, el aumento de la peatonalización y el diseño de una red de carril bici.
Otras propuestas tienen relación con la idea de hacer una ciudad «más verde» mediante aumento del arbolado, renaturalizaciones de ríos, huertos urbanos e impulso del anillo verde. La mejora del espacio público también está entre las peticiones. Se plantean fórmulas para reducir las terrazas y evitar la «invasión» del patinete de los tránsitos peatonales. Además, se propone rehabilitar el jardín del Realejo, reducir el impacto de la fábrica de Alhambra o cambiar los modelos de parques infantiles.
La transformación de los espacios para incluir una perspectiva de género que reduzca la inseguridad también está entre las propuestas. Los técnicos consideran que en ellas caben mejoras de accesibilidad e iluminación que se suman a otras relacionadas con la necesidad de equilibrar la convivencia entre el turismo y la población.
No es la primera vez que la opción está sobre la mesa. Desde la aprobación del PGOU en tiempos del tripartito, se estudió la posibilidad de cambiar la ubicación de las casetas. Entre otros lugares, se barajaron Bobadilla o las cercanías de Neptuno. Ambas propuestas generaron un enconado debate y despertaron un fuerte rechazo por parte de colectivos ecologistas, que criticaron el impacto que la iniciativa podía tener en la Vega.
Durante el primer mandato de José Torres Hurtado, se planteó una tercera posible ubicación. Se trataba de un espacio situado junto a la Ronda Sur, a la entrada de los túneles del Serrallo. Sin embargo, la propuesta también fue recibida con fuertes críticas, lo que llevó al equipo de gobierno popular a descartar de manera definitiva la operación y mantener el recinto en Almanjáyar.
Otras recomendaciones
Además de esta, los redactores del avance ofrecen más recomendaciones respecto a propuestas pendientes de desarrollo del PGOU vigente. Una de ellas es la transformación de la antigua estación del Sur, una infraestructura empleada hasta tiempos recientes como talleres de Renfe que se encuentra junto a la parada de metro de Villarejo.
Este inmueble, que perteneció originalmente a la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España, estaba previsto que adoptara un uso residencial. Se planteaba la construcción de 423 viviendas. De ellas, 186 debían ser en régimen de protección oficial, una cifra que se propuso reducir en la adaptación parcial del planeamiento de 2009.
En el informe, los técnicos constatan que la actuación queda vinculada al futuro de Andaluces, cuya propuesta de traslado fue avanzada por este periódico hace dos semanas, y plantean que se la reconozca como actuación de transformación urbanística, un mecanismo recogido en la nueva Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía que permite trabajos de mejora en ámbitos urbanos. No obstante, dejan sobre la mesa la posibilidad de efectuar cambios como el incremento de la vivienda protegida y el destino de una parte de la edificabilidad a usos terciarios.
Ambas ideas enlazan con lo expuesto la semana pasada por Manuel Ángel González Fustegueras, director del equipo encargado de la redacción del avance, en rueda de prensa. Entonces aseguró que, entre los objetivos, estaban los de poner fin al problema de acceso a la vivienda que padecen los granadinos y evitar el «monocultivo de usos» con el fin de desarrollar lo que definió como «Granada de los quince minutos», una ciudad en la que todos los servicios estuvieran disponibles para los ciudadanos a un cuarto de hora a pie o en bicicleta de sus casas.
Entre las recomendaciones también se cuenta la confirmación de los planes municipales y de la UGR respecto al futuro de la antigua Azucarera de San Isidro. El equipo considera que, aprovechando la singularidad del edificio, «se podía generar un espacio del conocimiento e innovación en sostenibilidad y transición ecológica, así como, otros usos complementarios relacionados con la Universidad».
Recalificación
Otro de los cambios propuestas tiene relación la recalificación como suelo rústico de parcelas en las que el PGOU vigente plantea operaciones urbanísticas. Buena parte de ellas se encuentran en el distrito Albaicín. Es el caso de los solares AR-2.01, más conocido como Fargue Ermita, y AR-2.02, denominado Fargue Norte. En ambos se dejaba la puerta abierta a la construcción de viviendas, 72 en el primero de los terrenos y 130 en el segundo.
Sin embargo, como constatan en el informe, no se han realizado labores de urbanizado ni edificado desde hace dos décadas. Los técnicos plantean la posibilidad de recalificar el suelo para dejarlo «sin capacidad de ejecución». El motivo, aparte de la falta de desarrollo, es que se tratan de puntos de considerable tamaño -más de una hectárea y media en cada caso- ubicados «en un núcleo secundario como el Fargue» en posición periférica.
Esta recomendación, como la de los talleres de Renfe, está relacionada con otro de los objetivos de los redactores, que buscan fomentar una ciudad «más compacta». En declaraciones, González Fustegueras ya señaló que Granada tiene áreas interiores suficientes como para soportar el crecimiento en los próximos doce años. Este planteamiento evitaría la dispersión de la población, la configuración de nuevos núcleos y reduciría males como el aumento de la movilidad motorizada o las dificultades para acceder a los servicios.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión