El quiosco que daba la bienvenida a los visitantes al Corpus en el Paseo del Salón a comienzos del siglo XX

En su origen este espacio verde de la capital no era tan céntrico, pero con el desarrollo de la ciudad quedó emplazado en un espacio muy a mano para los granadinos. Sin embargo, el crecimiento de los servicios y de los argumentos de ocio llevó a plantear la necesidad de buscar un espacio más amplio en el que dar cabida a feriantes, caseteros y visitantes.

El recuerdo de este Corpus en el Paseo del Salón se ha hecho viral a través de una foto compartida por la cuenta de imágenes de la historia de provincia @granadaoldpics1. «No sé que tipo de refrigerios se ofrecían en ese quiosco situado en el Paseo del Salón en algún Corpus de comienzos del XX, pero seguro que merecían la pena», recordaba el gestor de la cuenta de X, Francisco Ariza.

El caso es que el Paseo del Salón no acogió la feria de Granada como tal hasta unos años después de la fotografía, pero sí era parte de las ubicaciones en las que se llevaban a cabo parte de los festejos. Fue en los años cuarenta cuando la Feria del Corpus se desplazó de la zona de la plaza de Bib-Rambla y Puerta Real al Salón y el Violón. Se mantuvo allí hasta la década de los 80, pese a que hubo intentos previos de crear un recinto ferial como tal en espacios como el actual Camino de Ronda y Jardín de la Reina, un proyecto que nunca llegó a fraguar.

Fueron, por tanto, cuatro décadas de fiestas en el entorno del puente romano. Sin embargo, esta zona estaba acostumbrada a acoger eventos multitudinarios. No en vano, la reina Isabel II concedió a Granada, en el año 1850, el derecho a celebrar una feria de ganados durante la celebración del Corpus Christi. El primer recinto que tuvo la 'Real Feria de Ganado' fue el actual Paseo del Violón, entonces llamado Paseo de los Colegiales. Luego se ubicó en la zona del Camino de Ronda, entre otras ubicaciones, hasta desaparecer a partir de la segunda mitad del pasado siglo.

La celebración de esa feria de ganado era aprovechada por los granadinos no solo para realizar sus transacciones comerciales, sino también para organizar festejos con bailes y verbenas que se sumaban a los actos que las clases altas de la ciudad hacían en torno al Carmen de los Mártires y la Plaza de los Aljibes de la Alhambra. Allí, al igual que luego en la zona de los jardincillos del Paseo del Salón, la clase pudiente tenía sus fiestas a los sones de valses, polkas y otros bailes, mientras que las clases más populares se quedaban en las barracas que se instalaban en la zona más cercana al río y la Carrera de la Virgen.

Como recinto ferial más moderno, tuvo gran éxito durante la segunda mitad del siglo XX. En las páginas de la hemeroteca de IDEAL se recuerdan espacios como la caseta de 'los maños' en la entrada del puente, las casetas con paredes de obra y muchas colgaduras a lo largo del Salón, los columpios repartidos por el Violón y los circos en la zona más cercana a la ermita de San Sebastián. Por allí también se instalaba la carpa del desaparecido 'Circo Chino de Manolita Chen'.

Además, en lugares cercanos se celebraban otras actividades, como las competiciones de tenis en las instalaciones que existían donde hoy se asienta el Palacio de Congresos o el castillo de fuegos artificiales que se lanzaba desde el embovedado. No faltaban, incluso, casetas que se montaban en lugares cercanos, como la de la Sevillana de Electricidad, que lo hacía en sus propias instalaciones existentes donde hoy está el Hotel San Antón.

El aviso del cambio llegó en 1981 con unas obras de canalización en el Paseo del Salón que redujeron el espacio para montar columpios y casetas. En 1982 se produjo el traslado definitivo al recinto ferial conocido entonces como 'Pago de Almanjáyar'. Fue empeño del concejal César Valdeolmillos, una iniciativa que al principio costó asimilar al considerar la nueva ubicación demasiado alejada de la ciudad pero que con el años se ha convertido en tradición.

Sus primeros años en Almanjáyar ofrecieron una feria muy distinta a la que hoy día se celebra. El recinto ferial estaba casi aislado, rodeado de extensas explanadas acondicionadas como aparcamientos. Era tan extenso que, incluso meses más tarde de su inauguración fue aprovechada aquella gran parcela para acoger la misa del Papa Juan Pablo II a Granada. Ahora muchas viviendas rodean el ferial mientras la ciudad sigue creciendo por donde puede.