«Quiero que el granadino esté más orgulloso de la Alhambra y para ello debe sentirse involucrado»
Entrevista a Rocío Díaz, directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife
Javier Morales
Domingo, 11 de agosto 2019, 01:44
Saluda a diestro y siniestro:jardineros, guardas, guías. Lo que es un gesto sencillo se complica en el mediodía de un 7 de agosto en ... la Alhambra, por donde a lo largo del día pasarán 8.000 turistas. Hay que buscar los escondrijos de la colina de la Sabika para lograr un retrato de Rocío Díaz (Granada, 1975) en el que no figure también un japonés armado con su palo selfi. La directora no quiere ni tocar las barandillas, se mueve respetuosa:«No quiero estropear la visita, porque hay gente que ahorra toda la vida para venir a la Alhambra».
Rocío Díaz fue nombrada a finales de marzo directora del Patronato de la Alhambra y el Generalife, tras el cambio de mando en la Junta de Andalucía. Las ventanas y puertas de su despacho están abiertas, pero se puede escuchar hasta el zumbido de las bombillas.El runrún de los turistas queda a espaldas de la oficina con intenso olor a madera;al frente se derraman los jardines y a lo lejos se empina el Sacromonte.
Al entrar, señala dos gruesas carpetas que contienen los proyectos del Maristán y el hotel Reuma. Como estos, enumera más de una decena de obras por concluir a medio o largo plazo. Más urgente es desenredar la madeja de las entradas. Un informe tumbó el sistema de reparto de pases entre las agencias, siempre cuestionado.
–¿Qué encontró sobre la mesa al llegar a la Alhambra?
–El informe de la Agencia de la Competencia. Fue lo primero que me puso encima de la mesa el anterior director cuando hicimos el traspaso y me contó los temas pendientes. Es lo más problemático. El informe había llegado unos meses antes y teníamos que conocerlo.
–La medida urgente fue cerrar el sistema a nuevos operadores e iniciar una auditoria. ¿En qué punto está?
–Estamos intentando sacar adelante una nueva normativa, porque así lo exige el informe, que dice que hay que dar una vuelta porque la que existe no es adecuada. Estamos viendo de qué manera la afrontamos. Esperamos que esté para el año 2020. En septiembre tenemos una reunión del Patronato e informaremos de cómo está la situación y empezaremos reuniones periódicas con la Agencia de la Competencia. Lo necesario es la conservación del monumento: hay un aforo limitado de 2,7 millones al año y eso no se puede modificar. A partir de ahí intentaremos hacerlo de la mejor manera posible para adaptarla al informe.
–¿Qué ha fallado en el sistema de entradas?
–El informe se emite porque es el sector turístico el que se dirige a la agencia de la competencia, con lo cual es el sector el que no está contento con la normativa que existe en el Patronato. El informe dice que no podemos estar constantemente sentándonos con el sector y evaluando para hacer una normativa nueva, porque son parte implicada, pero vamos a intentar que la gestión de las entradas para el monumento sea más eficaz y pueda contentar más a las agencias de viajes.
–¿Qué ha cambiado desde su llegada a la Alhambra?
–Espero ser más accesible a todos los trabajadores. Yo soy una más. Me ha tocado dirigir el Patronato, pero esto es un equipo. Hay grupos fabulosos, trabajadores excelentes. Hemos abierto un diálogo, hemos hecho una mesa de trabajo con el personal que está cuidando y protegiendo el monumento, los que se dedican a controlar la visita pública con los guías turísticos. Tenemos abierto también un diálogo continuo y permanente con la sociedad granadina, como con las asociaciones de vecinos. No podemos dirigir el Patronato de espaldas a la ciudad. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, lo tiene muy claro y siempre lo ha puesto de manifiesto. Tengo esa encomienda por parte de la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, y así lo vamos a hacer. Creo firmemente en ello. Tenemos que ser transparentes y contar más con los colectivos y la ciudad de Granada a la hora de tomar decisiones.
La Alhambra en Granada
–¿Hay que subir el precio de la entrada para que revierta en Granada?
–La consejera ya lo ha comentado en alguna ocasión. Estamos estudiando subir el precio de la entrada porque todo lo que llega vía precio público, todo, se queda en la Alhambra. Todo absolutamente. El dinero que recauda la Alhambra se queda aquí para intervenir en conservación, investigación, educación y en mejoras del conjunto monumental y también de los bienes adscritos. Hay mucho que invertir en el Albaicín. Es Patrimonio Mundial junto con la Alhambra y el Generalife y tenemos bienes adscritos que gestionar, como los que están en la Dobla de Oro. Tenemos proyectos en marcha, como el Maristán, que después de 33 años con una uralita provisional ya tiene luz verde para el proyecto redactado por Pedro Salmerón. Si todo va bien, podremos empezar la obra a final de este año. Es algo muy positivo. También está el proyecto del hotel Reuma, vinculado al paseo de Romayla para mejorar la margen izquierda del Darro. O los baños Hernando de Zafra. En esas mejoras hay que tener en cuenta a los colectivos de vecinos.
–El objetivo de Granada es que el turista pase más noches en la capital. ¿Qué puede hacer la Alhambra?
–En la nueva gestión creo que tenemos que darle prioridad a la pernoctación en Granada. Tenemos auténticas maravillas y joyas. La economía y el empleo dependen en parte del Patronato y de la buena gestión que hagamos en la dirección. Estamos en la Granada Card, pero además tenemos las visitas nocturnas, que hacen que se pernocte en Granada porque es de diez a doce de la noche. Con la Dobla de Oro se puede visitar la Alhambra, también los monumentos en el Albaicín, y para ello necesitas quedarte más de un día, dormir en Granada. Esas ofertas hay que aumentarlas. Tenemos que incorporar nuevos espacios, exposiciones, eventos culturales que hagan que Granada sea atractiva y que el Patronato de la Alhambra y el Generalife contribuya a que la gente pernocte en la ciudad. Hay fórmulas y vamos a trabajar en todas ellas.
–El PP ha hablado de granadinizar la Alhambra, ¿eso en qué consiste?
–Hay que mirar más a la ciudad. Quiero que los granadinos recuperen la confianza en el monumento, que el granadino se sienta más orgulloso de la Alhambra, y para eso tiene que sentirse más involucrado. Ha habido un momento en el que ha perdido la confianza con todas las noticias negativas que ha tenido el Patronato y su gestión. Recuperar la confianza pasa por mirar a la ciudad sin olvidar el carácter internacional. Debemos estar en los foros importantes: somos Patrimonio Mundial, un modelo de gestión.
El 'lifting' de la Alhambra
–¿En qué se trabaja en el monumento?
–Vamos a acometer la portada de Carlos V, un proyecto interesante. Vamos a sacar a licitación la redacción de la primera fase de las cubiertas de los palacios nazaríes, que requieren una conservación importante. En el conjunto monumental hay otros grandes hitos que van a marcar este tiempo. Hay que acometer conservación de Torre de la Vela y de la Torre de Comares. Tenemos un proyecto para el jardín de los Adarves y los del Partal Alto. Hay ideas para la Huerta Colorá, el Carmen de San Fernando, con lo que intentaremos dar apoyo a todas las huertas del Generalife con esos dos lugares emblemáticos. En Torres Bermejas se ha hecho la primera fase, que estamos a punto de recepcionar, y mientras tanto vamos a lanzar un concurso de ideas para la segunda, en la que se pondrá a visita pública. Y a la vez, actuaremos en el Carmen de los Catalanes, que pertenece al Patronato y que los granadinos no conocen. Intentaremos que albergue parte del museo de la Alhambra.
–¿Cómo se ve el Ayuntamiento desde la colina?
–Estar en el Ayuntamiento me ha abierto mucho la perspectiva de cómo se debe gestionar con las necesidades y lo que se ha pedido siempre. Lo tengo muy en la cabeza y eso es positivo. Cuando llegué aquí me reuní con Francisco Cuenca y el concejal de Urbanismo y hace un par de semanas hice lo mismo con el nuevo alcalde, Luis Salvador. La relación debe ser muy estrecha, tenemos muchas cosas en común que trabajar de manera conjunta. Para muchas necesidades que tiene el Patronato requiere a la ciudad, y a la inversa. Siempre tengo la mano tendida no al Ayuntamiento, sino a todas las instituciones, porque creo que hay que trabajar de manera coordinada. Hay un diálogo permanente con el delegado de la Junta, Pablo García y el delegado de Cultura, Antonio Granados, que ya han celebrado una reunión aquí. Siempre tienen muy presente a la Alhambra.
–¿Coincide en la idea de eliminar los aparcamientos de la Alhambra?
–Es una concesión administrativa.
–Sebastián Pérez en su campaña electoral propuso eliminar el aparcamiento y obligar así a que la gente pase por la ciudad...
–Tenemos una concesión administrativa que viene de la época de Mateo Revilla y tendríamos que ver la fórmula jurídica en caso de que la ciudad decidiera hacer esa propuesta. Desde luego, es una concesión administrativa que tiene el Patronato por 50 años.
–¿Pretende que su estancia en la Alhambra sea larga?
–Quiero que sea diferente y fructífera, que los ciudadanos vean que estamos haciendo las cosas de manera distinta. El consenso, el diálogo, intentar atender a todo el mundo. Después de 38 años, el gobierno de la Junta es distinto y la gestión de la Alhambra también. Trabajaremos para que el ciudadano perciba que realmente el cambio en Andalucía ha llegado y también en el Patronato.
–¿Cuál quiere que sea su legado? Algo 'palpable'...
–Me gustaría poner en valor muchos de los bienes que tenemos cerrados y cuyas obras no se han acometido, para ponerlos al servicio del granadino y el visitante. Estaría satisfecha si me voy con el Carmen de los Catalanes abierto, el Maristán abierto, los baños Hernando de Zafra abiertos, la conservación avanzada en los palacios y el conjunto monumental con las obras finalizadas y avanzadas. El patrimonio está para que podamos disfrutarlo y para eso tenemos que ponerlo en valor y conservarlo.
«La Alhambra no se entiende sin verla también desde el Albaicín»
Rocío Díaz es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y graduada en Protocolo y Relaciones Institucionales. Durante seis años, en mandatos del PP, fue concejala de Turismo y formó parte del Patronato de la Alhambra. El suyo es un perfil distinto al de los últimos regidores. En una ciudad en miniatura que visitan 8.000 personas cada día y en la que trabajan medio millar entre el personal de la Alhambra y los externos, «hay que estar al pie del cañón». Ha dejado pasar los días más intensos antes de tomar descanso. Trabaja en la oficina, planificando por ejemplo las actividades culturales para los años venideros –hasta 2022–, pero señala que para conocer las necesidades de este entorno intenta «estar fuera, visitar los sitios y conocerlos de primera mano para establecer prioridades».
Era buena conocedora del monumento antes de asumir su gestión, pero en las primeras semanas al frente ha 'redescubierto' algún rincón. Al caminar por la Alhambra se disfraza de guía y relata algún episodio histórico. La sala de las Camas, en el baño de Comares, es su estancia predilecta, «un lugar único cerrado por motivos de conservación» que abre una vez al año como 'espacio del mes' en la Alhambra. En segundo lugar queda el Peinador de la Reina.
Al cierre, o entre el horario vespertino y las visitas nocturnas, se hace un 'vacío' en la Alhambra. En alguna ocasión ha paseado con parte del equipo para ver qué tal ha ido el día, «algo mágico, único, poder entrar en los palacios cuando no hay nadie». En ocasiones, este tiempo intermedio lo aprovechan participantes en congresos, 'famosos' o particulares dispuestos a pagar entre 3.500 y 5.500 euros, más la entrada, por un paseo a solas. Díaz no da pistas:«Vienen muchas peticiones a través de organismos oficiales y muchas particulares, pero somos muy discretos».
Preguntada por un consejo para el turista 'de a pie', no lo duda:«La Alhambra no se entiende sin verla también desde el Albaicín, también hay que conocerla visitando la otra colina». Ycomo también es más que el circuito por los palacios, recomienda acudir temprano y saborear despacio todo el recinto.
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