Borrar
La libreta del director

La fórmula del suero de la verdad

Rubiales se ofrece a inyectárselo para demostrar que las cosas no son lo que parecen.Lo mismo hay que recurrir también al pentotal sódico para evitar que algunos cargos públicos abandonen la extendida manía de pretender negar las evidencias

Quico Chirino

Granada

Sábado, 6 de abril 2024, 23:42

Comenta

En algún momento, Luis Rubiales pensó que era una buena idea conceder una entrevista en el Caribe y que se emitiera el miércoles por la ... noche, horas después de regresar a España. Su actuación ante Ana Pastor resultó más concluyente que cualquier informe de la Guardia Civil; sobre todo, en una sociedad que juzga por las apariencias. Lo peor para Rubiales –pero de eso tampoco tiene toda la culpa– es que se percibe como alguien sobrado, a ratos faltón, al que el espectador está dispuesto a atribuirle todas las sospechas que se le imputan. Estos personajes –que siempre fueron así– acumulan poder y tienen que espantar a los medradores y tiralevitas. Lo dijo Rubiales, «salvo los de Vox», todos le pedían entradas. Pero cuando caen en desgracia nadie les tolera que manejen dinero y hagan, simplemente, lo mismo que hacían. Y mucho menos, negocios.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La fórmula del suero de la verdad

La fórmula del suero de la verdad