El PSOE de Granada, en apariencia neutral
Crónica Política ·
La ejecutiva provincial también pide que se adelanten las primarias para elegir candidato a la Junta, aunque evita la votación y posicionarse ya abiertamente entre Susana Díaz o Juan EspadasHace un par de años, el medio centenar de miembros que forman la ejecutiva del PSOE de Granada se dividía –salvo excepciones que se cuentan ... con los dedos de un puño y una rosa– en dos bandos; esos que Manolo Pezzi llama los 'susanistas' y los 'susanistas plus'. Ayer se reunió la ejecutiva y, en el orden del día, lo más sobresaliente era la constitución de una gestora en Torrenueva. No estaba sobre el papel, pero la cita quedó monopolizada por el debate en ciernes sobre el liderazgo en el partido.
Susana Díaz ya ha dado tres vueltas por la provincia desde que empezó su gira de secretaria general en ejercicio. Y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, –tan implicado en los últimos tiempos en los asuntos de otras provincias– ha estado esta semana en Jaén. La agrupación jienense, que tenía que pasar la reválida 'sanchista', fue la que abrió la larga precampaña interna al solicitar primarias. «Es que Paco Reyes [secretario provincial de Jaén] fue de los que más se señaló en el comité federal de 2017 cuando se forzó la dimisión de Pedro Sánchez», comenta un granadino que siempre estuvo en la órbita del actual líder socialista.
Ferraz ha dado vía libre para que las agrupaciones se pronuncien en cascada y aumentar así la presión sobre Susana Díaz. La instrucción es pedir que se elija al próximo candidato socialista a la Junta antes de que se celebre el congreso, previsto para final de año. Exactamente lo mismo que hizo José Antonio Griñán cuando anticipó su sucesión en 2013. Aquellas primarias –a las que también optaron el actual ministro Luis Planas y el diputado granadino José Antonio Rodríguez Salas– las ganó Susana Díaz antes de ser secretaria regional del partido.
El PSOE de Granada es ahora mayoritariamente sanchista 'sottovoce', aunque Susana Díaz mantiene algunas adhesiones firmes –la más visible, la exconsejera María José Sánchez–.
En el congreso regional en ciernes, la tradicional influencia del PSOE sevillano no será tan decisiva. Granada es la segunda agrupación en número de militantes y, además, tiene una unidad –ya sea real o aparente– como ninguna otra en Andalucía, fruto de la gestión sin sobresaltos de Pepe Entrena. «Fue precisamente Susana quien nos unió», ironiza sobre el futuro un militante que recuerda cómo aquí también se vivieron unas primarias que se resolvieron por apenas 134 votos a favor de Entrena frente el maracenero Noel López; hoy tan amigos.
Otro de los aciertos del PSOE granadino en los últimos tiempos ha sido esquivar los conflictos internos. No posicionare manifiestamente con ninguno de los bandos pero estar siempre con el que lleva las de ganar. Eso le ha permitido, por ejemplo, tener libertad para elaborar sus listas electorales o mantener –pese a los tiempos convulsos– el control de la Delegación del Gobierno en Andalucía.
Pepe Entrena lo tenía todo atado para no llamar excesivamente la atención en la reunión de ayer; pese al simbolismo que tiene el posicionamiento de la agrupación granadina. Evitó llegar a una votación que se pudiera entender como un primer ajuste de fuerzas y, de forma mayoritaria, se acordó emplazar a las dirección regional y federal a que adelanten las primarias a la presidencia de la Junta para zanjar el «debate interno y la incertidumbre generada».
«Ha sido un encuentro muy serio y sensato. Sin volcarse por nadie», resume uno de los que tomó la palabra. «No se ha hablado de candidaturas», añade otro. La aparente neutralidad hay que interpretarla. Porque hace tan dos años esta era la ejecutiva de los 'susanistas' y los 'susanistas plus'.
Sin que ayer se dijera nada, se ha dicho todo. Aunque, al final, quien vota es la militancia.
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