El PSOE admite contactos con Luis Salvador bajo la premisa de que dimita
Crónica política ·
Tras asegurar que no iría con él ni al «tranco de la puerta», levanta el veto por la «gravedad de la situación»El miércoles uno de los concejales dimitidos del bipartito empezó a muñir el plantón a Luis Salvador en el pleno; quería evitar que proyectara esa « ... normalidad» que pregonó el 8 de junio, cuando se quedó en un gobierno bicéfalo junto a José Antonio Huertas. Algunos temían que el desplante sirviera al alcalde para presentarse como una víctima. Por eso se buscó la fórmula intermedia: levantarse cuando estuvieran despachados los expedientes de gestión. El PSOE solicitó, en contra de lo acordado inicialmente en la junta de portavoces, que el pleno fuese presencial para que Salvador quedara en evidencia. Y el jueves se acordó la espantada, de la que se descolgó Unidas Podemos por respeto –dijo– al pleno y a los ciudadanos.
Cuando el viernes empezó la sesión, el complot lo conocían los vivos y los muertos. Al llegar el punto 13, los 22 concejales confabulados empezaron a desfilar –los presentes– o apagaron el ordenador los que seguían el pleno a distancia. José María Corpas (PSOE) se acercó hasta el alcalde para justificar el escrache y Luis Salvador, que en un descuido –se supone– dejó el micrófono abierto, le afeó la protesta:
–«No tiene sentido esto. Sabes que esta tarde he quedado a las seis con [ininteligible]. Pues entonces, ¿a qué viene esto? A quien favorecéis es al PP». Concejales populares intentaron el viernes por la tarde contactar con Corpas para que les aclarase si conocía de algún encuentro. No hubo respuesta. El alcalde, tan locuaz en la primera semana de resistencia espartana, tornó ayer en silencio.
De la frase se interpretó que Salvador busca un acercamiento al PSOE para resolver el bloqueo que sufre el Ayuntamiento. El secretario de Organización de la capital y concejal en el Ayuntamiento, Jacobo Calvo, declaró el 9 de junio: «Con Luis Salvador no vamos ni al tranco de la puerta, que lo tenga todo el mundo claro, que no podemos gobernar ni nos podemos sentar ni podemos hablar con una persona que representa lo que representa en esta ciudad». Pero fuentes del partido explican que la «situación es tan grave» que se ha levantado el veto.
EL PLENO VIERNES, PUNTO DE INFLEXIÓN
En algo coinciden todos los actores de este desgobierno: el pleno del viernes precipitará otros acontecimientos. Luis Salvador fijó 'in voce' un plazo de diez días –o inferior– para resolver una situación que ya sí reconoce insostenible. Pero para Salvador el tiempo es un concepto relativo que solo hay que creérselo relativamente. El 14 de junio anunció una solución en cuestión de «semanas». Cuando se agotaba este margen emplazó a una nueva conversación con Inés Arrimadas de la que nada se ha sabido. Y el viernes se concedió otros diez días. «No hay que dar excesiva importancia a sus plazos», apunta uno de sus antiguos socios de gobierno.
El PSOE justifica que tras el pleno se han abierto otros escenarios donde sí se contemplan conversaciones con Salvador. Ya se han producido, aunque fuentes próximas a la dirección del partido otorgan aún la etiqueta de «informales». No quieren conceder a estos contactos mayor publicidad ni generar expectativas porque recuerdan cuando su antiguo compañero de partido enredó a Paco Cuenca en 2015 y, mientras entretenía a los socialistas con el paripé, firmaba con Torres Hurtado de tapadillo para darle la alcaldía.
El PSOE únicamente aceptará un acuerdo que tenga a Paco Cuenca como alcalde
El punto de partida para negociar –insisten las mismas fuentes– es la renuncia de Salvador. Si esto se produce, se podrá hablar de «todas las posibilidades». El PSOE asume que tiene poco que ofrecerle; desde luego, menos que el PP. Y rechaza la posibilidad con la que también se ha especulado de un hipotético regreso a las filas –y las listas– socialistas. «Yo eso no lo veo», afirma un dirigente con peso orgánico.
En el PP observan con escepticismo esta aproximación de Salvador al PSOE y entienden que el contexto nacional no favorece en estos momentos un acuerdo entre Ciudadanos y «el partido de los indultos».
SIN NOTICIAS DESDE EL DÍA DEL PANTALÓN CORTO
El último contacto formal entre Luis Salvador y el PP se produjo el 7 de junio en un restaurante del Área Metropolitana. Se presentó tarde y en pantalón corto; de la misma guisa que había participado en un partido de fútbol solidario. La dirección popular le concedió diez días para que se pensara la propuesta de recomponer el bipartito y no ha recibido ninguna llamada. La cúpula del PP no se arrepiente de haber roto el gobierno porque –argumenta– es preferible quedarse en la oposición a «inmolarse» con Salvador. Está dispuesta a retomar las conversaciones pero, igualmente, con la premisa de que abandone la alcaldía. No habrá ofrecimientos externos desde Granada –al menos, no por parte de los interlocutores autorizados–; y cosa distinta es que se plantee alguna salida desde Sevilla. Sin embargo, los populares están abiertos a integrar a Salvador en un nuevo gobierno municipal pese a las tiranteces de las últimas semanas.
No hay contactos entre la dirección del PP y Salvador desde el 7 de junio, horas antes de la ruptura
CONCENTRACIÓN IMPOSIBLE
Otra alternativa que se maneja es el gobierno de concentración. Algunos han llegado a sugerir también el 'uno más uno'. Son simples conjeturas, porque PSOE y PP no se han llegado a sentar. Sí han intercambiado impresiones el presidente popular, Francisco Rodríguez, y el portavoz socialista en el Ayuntamiento.
Paco Cuenca amenazó el miércoles 16 de junio con una moción de censura, pero al documento que exhibió con las diez firmas de los concejales del PSOE no ha sumado ninguna más en once días. Y el ultimátum que lanzó de 72 horas ha sido menos fértil que el parto de los montes. Los socialistas hacen autocrítica de este inmovilismo y acelerarán a partir de mañana. El lunes por la tarde está prevista la reunión con Unidas Podemos para intentar añadir otras tres rúbricas. Faltaría solo una.
El encuentro entre PSOE y PP iba a ser el miércoles, y se suspendió por un problema personal justificado de Paco Cuenca. Se iba a producir el viernes por la tarde, y lo aplazó el PP. Y se acordó una cita para mañana, anulada por falta de acuerdo en la hora. Tres intentos abortados.
Mañana se reúnen PSOE y Podemos para intentar sumar nuevas firmas a la moción de censura
Los socialistas también verbalizarán en la semana que entra otra premisa para despejar especulaciones: el único candidato que contemplan es Paco Cuenca. No aceptarán ningún veto por el procesamiento en el que anda inmerso porque consideran que es un asunto sin recorrido.
Para los populares, dar la alcaldía a Cuenca es el «último escenario» que se plantean. En la dirección del PSOE, donde tampoco agrada en exceso, admiten que una «situación excepcional justicia una solución extraordinaria». Y tanto unos como otros vaticinan que, algún día, Luis Salvador tendrá que renunciar. Compañeros y excompañeros del alcalde en Ciudadanos dan por hecho que maneja una salida y que esta estrategia dilatoria forma parte del plan.
Salvador llevaba razón, al menos, en una de sus afirmaciones: está demostrando tener encaje. Aunque no termine de encajar en ningún sitio.
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