Los psiquiatras del Virgen de las Nieves detectan entre uno y dos casos de ideación o conducta suicida en cada guardia
El malagueño experto en psicología clínica Miguel Guerrero expondrá en el Senado la necesidad «urgente» de una ley nacional de prevención
Los psiquiatras que atienden a la población granadina en las Urgencias del hospital Virgen de las Nieves detectan entre uno y dos casos de ideación ... o conducta suicida en cada guardia. Así lo ha trasladado a IDEAL el jefe de Servicio de Psiquiatría de Salud Mental, Juan Jesús López Castillo. Según él, es la urgencia «más frecuente» y lo primero que estudian los médicos internos residentes. Por lo general, «no quieren hacerse daño». La mayoría son «personas mayores, solas, sin familia, con problemas económicos, afrontando pérdidas o fallecimientos». En segundo lugar, están los adolescentes, que «han discutido con su pareja, sufren una pérdida o sienten el fracaso».
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En 2015, el equipo de Enfermería del Virgen de las Nieves comenzó a desarrollar una guía de valoración y cuidados de conductas suicidas en adultos que ha otorgado al hospital la acreditación de Centro Comprometido con la Excelencia en Cuidados, del Instituto de Salud Carlos III. Desde entonces, sus profesionales trabajan en mejorar la asistencia en todos los aspectos, principalmente, formando a los profesionales sanitarios para que sepan detectar las señalas y así poder tener a los pacientes monitorizados.
Si una persona notifica intención suicida en Urgencias, debe ser atendido «en una hora como máximo». «Se está trabajando en ello. Muchas veces, no esperan o después de tres horas se van y terminan por consumar el intento. Cuanto antes se les atienda, mejores serán los resultados», opina el doctor. Tras una primera valoración, se da cita en consultas externas «en menos de una semana», da igual la lista de espera, es «prioritario».
«El que ya lo ha hecho una vez ha perdido el miedo, aumenta el riesgo de repetirlo. Hay que buscar ayuda se tenga la edad que se tenga», recalca el jefe de Psiquiatría. Algunos adultos piden el alta voluntaria, pero un juez puede ordenar su ingreso involuntario de considerarlos un peligro para sí mismos. Ocurre lo mismo en pacientes con trastornos psicóticos como esquizofrenia.
Una respuesta natural
Ante un intento de suicidio, «debemos responder de forma natural, como ante un atragantamiento o una lipotimia», sugiere Miguel Guerrero, coordinador de la unidad de Salud Mental del hospital Virgen de la Victoria de Málaga y responsable de Prevención del Suicidio en el hospital Costa del Sol de Marbella. Próximamente, expondrá en el Senado la necesidad «urgente» de una ley nacional de prevención.
ADULTOS
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El 75% de los que se suicidan son hombres
JÓVENES
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Los pensamientos de muerte y las autolesiones son prevalentes
NIÑOS
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La autolisis es extremadamente infrecuente
TASA DE 2024
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De cada 100.000 habitantes, 8.8 se suicidan.
TASA DE 2020
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De cada 100.000 habitantes, 8 se suicidaron.
Este experto, parte del grupo motor que elaborará el plan de acciones contra el suicidio del Ministerio de Sanidad, señala que muchas personas no ofrecen apoyo por no saber cómo actuar o qué decir y esto «genera sentimientos de soledad y vergüenza en sobreviventes». Es importante contar con un entorno protector, disponible, sin que eso implique «un guardia de seguridad en la puerta del dormitorio».
En el Senado, Guerrero insistirá en la colaboración entre el sistema de Salud, Educación, Trabajo y Justicia. «El aumento de profesionales no es suficiente. Hay que garantizar la equidad en el acceso a los recursos, asegurando que todas las personas, independientemente de su lugar de residencia o condición socioeconómica, reciban la misma calidad de atención», explica. Para ello, es «esencial» un registro de conductas suicidas «ágil» y un mapeo de los puntos «críticos» del país para que las intervenciones sean «adaptadas a las necesidades de cada región».
Cuestión de salud pública
Para abordar el suicidio de manera efectiva, Guerrero subraya que el plan debe incorporar factores sociales, económicos y culturales, ser integral y estar basado en la salud pública. De esto último es buen conocedor Joan Carles March, especializado en la materia, así como en Medicina Preventiva. En este sentido, advierte que el suicidio es «un problema social» y resalta que un intento «no siempre es consecuencia de un problema de salud mental, aunque muchas veces va ligado a una depresión».
Aunque hay aspectos que pueden indicar que una persona «está sufriendo» (va siempre sola, no busca relaciones y no tiene amigos), no siempre hay una «señal de alarma». No obstante, lo «más preocupante», desde el punto de vista de March, es que el número de personas que se suicida habiendo pasado por Urgencias en las últimas 48 horas o consulta de atención primaria en los últimos quince días es «muy alto». «Es una prueba de que no está en la cabeza la posibilidad de ese diagnóstico».
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