El proyecto del paso peatonal PTS-Nevada, que debía construirse en 2019, empieza de cero

En los últimos meses se ha redoblado la presión para que comiencen las obras, con peticiones en la junta municipal de distrito del Zaidín, el pleno del Ayuntamiento de Armilla y –la más reciente– la comisión de Fomento en el Parlamento de Andalucía. El pasado 12 de febrero, el parlamentario socialista Gerardo Sánchez –exalcalde de Armilla– presentó en la Comisión una proposición no de ley para el enlace ciclopeatonal.

Sánchez relató la historia de un proyecto con 3,7 millones de asignación económica, consensuado con el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Armilla y que «para evitar problemas urbanísticos se trazaba utilizando la infraestructura del propio metro». En este matiz, el de los problemas urbanísticos, está la clave para entender el retraso del atajo.

En un principio se proyectó una vía de servicio asociada a la carretera, una construcción sobre suelo agrícola que habría requerido modificar el planeamiento urbano de Armilla. Descartada la idea, que obligaba a una tramitación más larga, la Consejería optó por vincular el paso para bicis y peatones a la plataforma del metro, que en la práctica era la utilizada por algunos viandantes para pasar de un lado a otro de la Circunvalación. Sin embargo, fuentes de la Junta aseguran que no llegaron «a modificar el proyecto ni hacer las pertinentes consultas medioambientales sobre la necesidad o no de la tramitación medioambiental».

Por lo tanto, no se desbloqueó el trámite. Desde la Consejería de Fomento aseguran que «analizados todos estos pormenores, se está trabajando ya en la adaptación del proyecto construcción a la nueva tipología de infraestructura, vía asociada al metro de Granada». Es decir, que hay que empezar desde cero el camino administrativo, cuatro años después de la apertura del hospital del PTS y del centro comercial Nevada.

Diligencia, brevedad

Gerardo Sánchez reclamó «diligencia, brevedad» para iniciar las obras. En su intervención señaló que había un proyecto redactado por la Agencia de Obra Pública, «que estaba maduro». El mismo que niega la Junta.

La portavoz del grupo popular, Ana Vanessa García, preguntó en la comisión por qué el consejero anunció la licitación de una obra «con un proyecto que estaba informado desfavorablemente por la Consejería de Medio Ambiente». Se refería a la comparecencia de Felipe López en noviembre de 2018, un mes antes de las elecciones al Parlamento Andaluz.

Por unanimidad

El asunto también fue objeto de discusión en el Ayuntamiento de Armilla. La presentada en el pleno de diciembre no es la primera moción relativa a la comunicación entre las dos zonas de ambos municipios. Como en el Parlamento Andaluz, la iniciativa partió del PSOE. «No se entiende que estando el proyecto redactado como así informó el anterior consejero de Fomento (...) el nuevo Gobierno de la Junta no haya puesto en marcha el expediente de contratación teniendo constancia de la existencia de riesgos para la vida e integridad de la personas», señaló Sergio Baena, concejal socialista de Armilla.

Podemos y Vox reclamaron entonces medidas provisionales, por parte del Ayuntamiento, para asegurar el trasiego de peatones por la rotonda. Una solución que el equipo municipal no puede emprender, contestó Baena, al no estar dentro de sus competencias. Por parte del PP, Antonio Ayllón acusó al PSOE de mentir «durante los periodos electorales». «Las cosas se están haciendo con el actual gobierno, con el anterior no se había hecho nada».

La moción en pleno salió adelante por unanimidad. La proposición no de ley en la Comisión de Fomento, también. Hay consenso para que comiencen las obras, pero aún no hay fecha para cruzar libremente de un lado a otro de la Circunvalación. Las señales lo prohíben expresamente, pero –especialmente en las tardes del viernes y el sábado– no es difícil ver a grupos de peatones que se la juegan para ir de un sitio a otro.