Tres puntos negros que han provocado inundaciones en Granada siguen sin limpiar
Los ayuntamientos afectados desbrozan sus tramos, que son los que han sufrido más riadas en la provincia desde 2018
El paso de la dana por la provincia de Granada la noche del 13 de noviembre del año pasado obligó alcalde de Valderrubio, Antonio García ( ... PSOE), a improvisar un dique para salvar a sus vecinos de las inundaciones tras desbordarse el barranco Hondo. Decenas de viviendas quedaron anegadas en Cijuela tras la salida del barranco del Merre y el de las Ramblas a causa de este mismo temporal. Esta situación se repitió en Chauchina, donde miembros de Protección Civil rescataron a diez personas de sus domicilios. La alerta de lluvias obligó a cerrar los negocios y prohibió el aparcamiento en el acceso de Riofrío por el riesgo de crecida del arroyo Salado.
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ejecutó, posteriormente, actuaciones urgentes para reparar los daños causados y nuevas avenidas en la Rambla de Fiñana (Guadix), en el arroyo Salado –a su paso por Chauchina y Santa Fe–, limpió un tramo del Arroyo de Las Andas (Las Gabias) y de la pantaneta que precede el barranco de Valderrubio, así como el barranco del Merre. No obstante, según ha podido constatar IDEAL por segundo año consecutivo en un trabajo de campo sobre el terreno esta semana, los tres puntos que han ocasionado más inundaciones desde 2018 están sin desbrozar a las puertas de la temporada de precipitaciones.
El barranco Hondo de Valderrubio no se ha arreglado pese a causar anegaciones históricas desde hace tres décadas. La Junta de Andalucía asegura que el encauzamiento de Valderrubio es una actuación de la Cuenca del Guadalquivir, es decir, de la Confederación Hidrográfica. Al cierre de esta edición, este periódico no ha recibido ninguna respuesta por parte del organismo de cuencas.
El barranco de las Ramblas (Cijuela) y el arroyo Salado (Riofrío) no se han desbrozado, según apuntan sus ayuntamientos, desde hace dos décadas. Ambos consistorios han actuado en las partes que son de su competencia, pero exigen a la CHG que cumpla con su responsabilidad. «No sirve de nada que nosotros desbrocemos si los arroyos tienen árboles y cañas por mitad del cauce», señala la concejala de Medio Ambiente de Cijuela, Ana Belén Liñán (FC). El alcalde de Loja (PP), Joaquín Camacho, secunda sus palabras. «Nosotros actuamos regularmente y mantenemos nuestra parte, ellos deben hacer lo mismo por nuestra seguridad», insiste el primer edil.
Otro punto, el arroyo Milanos (Montefrío), tal y como afirma su regidora, Remedios Gámez (PSOE), solo se ha limpiado de forma parcial. Estos cuatro pueblos suman una quincena de riadas en los últimos siete años. Sus ayuntamientos aseguran que solicitan anualmente el desbroce de sus barrancos.
Barranco Hondo
La maleza se acumula por los viaductos por los que pasa el agua junto al barranco Hondo de Valderrubio. Las piedras de anteriores riadas siguen en el lugar, al igual que hace un año. La localidad sufrió hasta cuatro inundaciones en diez meses en 2024. La quinta la evitó su regidor el pasado otoño al improvisar una zanja en el punto de salida de agua. «No podía arriesgar la vida de mis vecinos», señala el primer edil, Antonio García Ramos.
El barranco causó la muerte a dos personas en 2018 y a un menor en 2024 que quedó atrapado en un vehículo. El equipo de gobierno reclama el encauzamiento hacia el río Cubillas desde hace tres décadas. La Diputación de Granada elaboró este año un anteproyecto con los técnicos de la CHG, pero aún no saben cómo se financiará. El Ayuntamiento necesita 5,7 millones de euros para pagar las obras, una cifra que la entidad local considera «inasumible» para las arcas municipales.
Estado actual del Brranco Hondo
Barranco de las Ramblas
El tronco de un árbol está encastrado en el cauce del barranco de las Ramblas desde hace más de seis años, cuando una gran crecida arrastró todo a su paso y causó grandes inundaciones en el pueblo. La teniente de alcalde, Ana Belén Liñán, asegura que no se ha desbrozado desde hace dos décadas. La imagen habla por sí sola. Las mallas metálicas desplazadas por la corriente se enredan entre la maleza, que mide dos metros más que un año atrás. El rostro de los responsables del ayuntamiento transmite preocupación cuando piensan en las lluvias. «No sabemos qué consecuencias puede tener una riada», lamentan. Aseguran que solicitan anualmente por escrito a la CHG que limpie este punto.
Estado actual del Barranco de las Ramblas
Arroyo Milanos
El Ayuntamiento de Montefrío persigue desde hace dos décadas un desbroce completo del arroyo Milanos que nunca ha llegado. Su alcaldesa, Remedios Gámez, afirma que aún está pendiente por limpiar el 30% del arroyo. «Perseguimos esta medida cada otoño desde hace quince años», dice. La riada que sufrió el término municipal en 2021 fue devastadora y se extendió hasta Huétor Tájar y Algarinejo. Las últimas lluvias intensas que registraron fueron hace solo un mes. El cauce recoge el agua de diez arroyos más hasta que desemboca en el río Genil.
La maleza retirada por parte de la CHG aún está depositada en los bordes del arroyo. En la parte desbrozada, todavía hay árboles que han crecido por el depósito de tierra de avenidas anteriores y que dividen el paso del agua en dos. A partir de la Venta del Conejo, las cañas, los arbustos y las ramas no solo impiden el paso, forman una especie de bosque que hace el río desaparecer.
Estado actual del Arroyo Milanos
Arroyo Salado
Manuel, vecino y propietario de un restaurante en Riofrío, recuerda el temor que vivió cuando el arroyo Salado se desbordó en la pedanía de Loja en 2018. «Mi negocio se anegó de barro y la corriente se llevó más de 50 coches aparcados por el pueblo», dice. Los locales quedaron cerrados por precaución durante el temporal de otoño de 2024 y se prohibió aparcar los vehículos por muchos puntos del territorio.
La parte del río que discurre por el término municipal luce impoluta. No hay rastro de una hierba o un matorral demasiado alto. El Ayuntamiento de Loja, del que depende, asegura que desbroza cada año lo que le corresponde. El problema reside en la parte de atrás, donde la maleza cubre el río e impide el acceso a pie al borde del cauce.
Estado actual del Arroyo Salado
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