Tres municipios de Granada superan los 1.000 de tasa: «Hay miedo, deberían tomar medidas ya»

El de mayor tasa de contagios de los tres es Jayena, que registra 1.425,9 positivos por cada 100.000 habitantes. Una cifra muy elevada que se traduce en 15 positivos entre sus 1.052 habitantes. «Los contagios provienen de tres familias diferentes», explica a IDEAL Vanesa Gutiérrez, alcaldesa de Jayena, que lamenta que se continúe usando este sistema para medir la incidencia porque «cuando tenemos unos pocos casos superamos los mil de tasa».

La mandataria reconoce que la situación actual no les permite hacer prácticamente nada para frenar los contagios, ya que no hay medidas de control ni rastreo en los contagios. «La preocupación siempre está porque el riesgo permanece activo», reconoce. Aunque hechos como que la próxima semana vacunen a los niños de Jayena hace que todos estén algo más tranquilos, así como que ninguno de los 15 positivos esté sufriendo en demasía el contagio. «La mayoría lo están pasando como un resfriado normal y ese es el mayor alivio de todos».

Pese a que no hay casos graves, Gutiérrez reconoce que entre los vecinos «hay miedo», algo que ejemplifica contando que durante los últimos días los habitantes del pueblo siempre salen a la calle con la mascarilla puesta. «Ahora hay más preocupación porque han visto que estar vacunado no evita el riesgo de contagio». Para finalizar, sobre si deberían tomarse medidas para intentar controlar el aumento de positivos durante la Navidad, la alcaldesa lo tiene claro: «Deberían tomarse medidas ya, no tan drásticas como las de antes de la vacuna, pero sí para tener la situación bajo control».

Además de Jayena, que es el municipio con mayor tasa de Granada, también supera los 1.000 de incidencia Orce, con 1.097 de incidencia acumulada y un total de 13 positivos entre sus 1.185 habitantes. Datos similares a los que registra Bérchules, con 8 positivos entre sus 712 vecinos para registrar una tasa de 1.123,6. En el caso de este último municipio, todo se originó en el colegio del pueblo, donde un brote de contagios ha obligado a clausurar una de sus aulas.

«Un alumno tenía un poco de fiebre y al hacerle la prueba dio positivo», explica a IDEAL Miguel Emilio Ocaña, teniente de alcalde de Bérchules, que cuenta como desde entonces realizaron más test a otros alumnos y los positivos les obligaron a clausurar el aula como mínimo hasta la vuelta de las vacaciones de Navidad, ya en enero de 2022. «Hemos procedido a tomar medidas como suspender la mayoría de actividades previstas para las fiestas y todo lo que implique reunión de personas». Algo que, como mínimo, durará un par de semanas, tiempo en el que esperan reducir su número de contagios. Y si no es así, las mantendrán «hasta que la situación mejore».

Ocaña reconoce que la preocupación en el pueblo ahora es mayor debido a la crecida de los contagios y apunta a la responsabilidad de las personas como arma para luchar contra el coronavirus. «Hemos pedido a los vecinos que extremen las precauciones porque no podemos estar con la guardia baja». En cuanto a si cree necesario medidas preventivas más duras como las restricciones de hace algunos meses, cuenta que, aunque toda medida es poca, «hay que extremar la precauciones pero sin perder la cabeza».