Torturan brutalmente a un matrimonio en su propia casa para robarle sólo doscientos euros

El propietario de la casa cueva, un hombre de 64 años, es un pastor que hacía pocos días había vendido su ganado. Los ladrones debieron imaginar que este hombre guardaba el dinero en su casa y por eso lo pusieron en el punto de mira. Cuando entraron a la vivienda se encontraron al propietario solo. Los cacos fueron al grano. Primero le dieron una paliza brutal y después le exigieron la entrega del dinero que tuviera en la casa. Allí, en el habitáculo propio de una familia de clase media baja, apenas aparecieron doscientos euros. Volvieron a golpearlo pero sólo obtuvieron una cartilla de ahorros con la cual no se podía extraer dinero de ningún cajero. Pese a ello, los agresores le exigían la contraseña de la cartilla para extraer dinero de algún cajero automático. Los ladrones sacaron un martillo con el cual primero amenazaron a este individuo y después le golpearon en algunos dedos al más fiel estilo de la mafia.

Tras un rato largo de torturas, llegó a la casa la esposa de la víctima tras acabar su jornada de trabajo. En la vivienda aún estaban los dos torturadores. Nada más verla, se fueran hacia ella para arrancarle dos pendientes del lóbulo de la oreja, donde los lucía. La golpearon una y otra vez mientras le exigían que entregara el dinero. Y de nuevo se repitieron los hechos, le pegaron, le presentaron un martillo para intentar golpearla, le dieron patadas, en definitiva toda una tortura que culminó rociando de gasolina tanto al varón como a su esposa. Los dos creían que iban a morir quemados. Mientras los rociaban de gasolina, los ladrones les volvían a exigir la entrega del dinero de la venta del ganado. Finalmente, decidieron no prender la mecha para quemar a este matrimonio y optaron por huir del lugar. Antes decidieron llevarse los teléfonos móviles de las dos víctimas para impedir que pudieran contactar con la Guardia Civil y les diera tiempo a desaparecer.

Desde el instituto armado han confirmado la noticia, aunque optan por no aportar detalles sobre esta investigación que en estos momento está recién iniciada. En la localidad, según fuentes consultadas por este periódico, llevan unos meses donde no han cesado de producirse robos en viviendas y cortijadas.

Resulta un tanto extraño este tipo de sucesos violentos que sí se suelen producir entre la mafias de la marihuana, donde las extorsiones y los secuestros exprés se repiten con cierta frecuencia. Pero no es este caso, ya que el matrimonio atacado no tiene nada que ver con ese ámbito. Se trata de una pareja mayor, de clase media baja que lo único que ha hecho en su vida ha sido trabajar para vivir de la forma más digna posible, sin lujos y sin grandes dispendios. Él ha sido pastor hasta hace muy poco tiempo y ella trabaja en labores de limpieza.

Solo en Granada y su provincia se registraron el pasado año setenta y seis robos con violencia en el interior de domicilios donde se encontraban sus inquilinos, quienes a su vez sufrieron algún tipo de acto violento por parte de los agresores, según los datos del Ministerio del Interior referidos a 2016.

También se supone que los agresores debían de conocer a las víctimas porque iban buscando el dinero de la venta del ganado del pastor, quien hacía pocos días había cobrado el dinero por la venta de sus ovejas. El matrimonio agredido, que logró salir con vida de esta brutal paliza y tortura, puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que investiga los hechos.