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El Juzgado de lo Penal nº3 de Granada ha condenado a siete meses de cárcel al hombre que a finales del pasado noviembre huyó tras ... sufrir un accidente de tráfico en el que falleció su pareja y sus tres hijos resultaron heridos. El conductor, que tenía una orden de alejamiento sobre la fallecida cuando ocurrieron los hechos, se dio a la fuga tras el siniestro y permaneció escondido durante tres días hasta que la Guardia Civil lo localizó en el domicilio de su madre, en Iznalloz.
El magistrado del Penal nº3 ha condenado a Juan B. F. a siete meses de prisión por quebrantar la orden de alejamiento mientras que el suceso en el que perdió la vida su pareja está aún en instrucción por un presunto delito de homicidio imprudente.
La sentencia declara probado que en la madrugada del pasado 30 de noviembre, el acusado conducía un coche en el que viajaba con Raquel Amador Fernández y los tres hijos menores que tenían en común cuando, en el punto kilométrico 2,000 de la carretera A-323, perdió el control del vehículo y se salió de la vía por su margen derecho con posterior vuelco en cuneta.
Varios testigos, entre ellos uno de los menores, confirmaron los hechos en la vista celebrada el pasado 16 de diciembre, una sesión a la que no acudió el procesado. Al haber huido del lugar del suceso, en el juicio se trataba de acreditar que era el acusado quien conducía el coche y, por tanto, incumplía la orden de alejamiento pesaba sobre él. El hijo que declaró en la sala de vistas afirmó que en el coche viajaba con su madre y sus dos hermanos. Uno de los guardias civiles que intervino explicó que en el vehículo siniestrado se encontraron dos carnés de conducir (uno de ellos, caducado) los dos pertenecientes a Juan B. F. Por último, otro testigo indicó que cuando estaba conduciendo «se encontró con un señor que no conducía bien y los niños que iban en el vehículo decían que era su padre».
Como consecuencia de este accidente falleció la madre de los niños, Raquel Amador Fernández, cuya familia se ha personado en el procedimiento como acusación particular y su representación jurídica la ejercen los letrados Miguel Almazán Polo y Antonio Gijón Moya, del despacho Vargas y Martos asociados.
El acusado fue condenado a finales de 2021 a cuatro años de alejamiento y de comunicación de Raquel Amador y cuando ocurrió el accidente disfrutaba de un tercer grado penitenciario en el Centro de Inserción Social (CIS) de Granada, adonde volvió después de ser detenido tras el siniestro.
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