«El Puerto de la Ragua es la gallina de los huevos de oroy hay que saber explotarlo»

-¿Cómo llegó a la política municipal?

-Fue una situación curiosa. Cuando regresé a Laroles, después de haber trabajado mucho tiempo en Almería, coincidí en una procesión de las fiestas del pueblo con al alcalde del pueblo Manuel Escobosa. Al terminar me preguntó qué era lo que pensaba de política y yo le di mi opinión. Al cabo de unos días, me sonó el teléfono con un número que no conocía. Era él y me dijo que fuera al ayuntamiento. Allí me dijo que veía en mí, a «una mujer luchadora de la cual todo el mundo hablaba bien el pueblo y que quería contar conmigo para las próximas elecciones». Sus palabras me honraron mucho.

-¿Cuáles son las ventajas o inconvenientes de ser alcaldesa de un pueblo pequeño?

-Hay muchas cosas bonitas, pero también complicaciones. Cambiar las cosas tiene su dificultad y más en un pueblo pequeño. Es cierto que nos estamos despoblando y los ayuntamientos son el único sitio donde la gente va a quejarse porque no hay oficinas del consumidor u otros sitios donde poder ir. Tengas o no tengas la culpa, siempre van en busca del alcalde o alcaldesa. Si un vecino viene a pedirte ayuda tienes que prestársela, sea o no sea de tu competencia, porque es tu gente, porque lo ves todos los días.

-¿Cree que se le podría sacar más partido al Puerto de la Ragua como lugar de ocio y generador de actividades emprendedoras?

-Para mí, el Puerto de la Ragua es la gallina de los huevos de oro. Tenemos la suerte de contar en la provincia de Granada con dos estaciones recreativas, una en Sierra Nevada y otra en el Puerto de la Ragua, y eso hay que saber explotarlo. Ahora mismo las actividades que se realizan allí están relacionadas con el esquí de fondo, trineos y actividades familiares con niños.

-¿Sigue aún cerrado el albergue?

-Sí, y su puesta en marcha es para mí una prioridad absoluta porque puede generar empleo en el municipio. Desde la Diputación Provincial de Granada se ha dado un empuje bastante grande con 580.000 euros que servirán para arreglarlo porque, de estar cerrado, se ha deteriorado mucho. Confío en que pronto se abra.

-Estaban teniendo problemas con los jabalíes, ¿se han solucionado ya?

-Hemos tenido muchos problemas y casi nos llegan al pueblo. Quieren ser vecinos nuestros y se han tenido que hacer batidas porque llegan a los pequeños huertos del pueblo y lo destrozan todo.

-El Paseo de la Música es uno de los proyectos que más ilusión le ha generado a nivel personal por su significado. ¿Ha finalizado ya la obra?

-Aún no, quedan algunos pequeños flecos por resolver. Esta idea surgió de una reunión que tuvimos el ayuntamiento con la Fundación Nuestra Señora de Gracia, que es la entidad que gestiona la residencia. Ahí decidimos hacerle un homenaje a un vecino del pueblo que se llamaba Santiago Carmona Castillo y que había luchado toda su vida por la cultura y la música en nuestro municipio junto a José Antonio Moreno. Queríamos que ese homenaje fuera aún en vida, porque sus fuerzas empezaban a flaquear. Desgraciadamente falleció como consecuencia de un infarto y no llegó a la fecha que teníamos prevista. Sentí que aquello debía ser mucho mejor porque se lo merecían él y José Antonio, que sí vive.

-¿Qué actuaciones de futuro hay en marcha?

-Tenemos que seguir trabajando con la Junta de Andalucía para poder construir nuestra depuradora. Eso es clave. Las calles están todas prácticamente en perfecto estado y también estamos arreglando los vestuarios de la piscina, que no tenían acceso a minusválidos. Otro proyecto en el que también estoy especialmente volcada es en que, como tenemos la suerte de tener una ventana en la Sierra con vistas al mar, se va a construir en esa escombrera un jardín de los sentidos para las personas con minusvalía. En cuestiones agrícolas, vamos a trabajar para organizar unas jornadas agrícolas que nos ayuden a formarnos y a concienciarnos para diversificar nuestra producción en terreno de secano y alta montaña.

-El año pasado usted presidió las primeras jornadas sobre despoblación organizadas por la Dirección General de Administración Local de la Junta de Andalucía, ¿cómo afronta el problema?

-Las jornadas las viví más desde los nervios y se habló bastante, por ejemplo, del fuerte descenso demográfico que se ha dado en Guadix. También se dieron pinceladas de los problemas que nos surgen aquí, en los pueblos de la Alpujarra, donde yo considero que nuestro principal reto consiste en mantener los servicios que ya tenemos.