«Un puente en Granada es como si estuviera en el mar»
La provincia de Granada está en una zona «sismofrecuente», por lo que se tiene que proyectar y construir con un añadido más de dificultad
Si hay una parte del proyecto de una carretera que levante interés y aumente la cifra del presupuesto es la construcción de un puente. Sortear ... un río o un cañón no es tarea nada fácil para los ingenieros, que tienen la misión de vincular con éxito dos porciones de tierra. En la provincia de Granada hay un factor más que añadir. Alejandro Martínez, profesor de la asignatura de Puentes que se imparte en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos explica que la provincia está en una zona «sismofrecuente», por lo que se tiene que proyectar y construir con un añadido más de dificultad.
«Vivimos en la zona más sísmica de España, con terremotos diarios de 2 o 3 grados que lo que hacen es que estructuras como los puentes tengan un movimiento constante», argumenta Martínez. Este movimiento es similar al de un puente que estuviera en el mar, balanceado por el efecto de las olas. Aunque los puentes no corren el peligro de romperse de un día para otro, la acción de ese balanceo puede hacer que haya más grietas y que el hormigón se dañe a una velocidad mayor que en otras circunstancias. Además, sólo los puentes construidos a partir de 2007 contemplan la acción de los pequeños temblores tan típicos de Granada.
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