De Parideras a vía ferrata de Zafarraya

Una vez desentrañado el origen del topónimo continúa contando que hace una década el ayuntamiento zafarrayero empezó a construir un área recreativa, ampliada hace un par de años y que en la actualidad cuenta con merendero y «el aliciente de la vía ferrata» que fue inaugurada por la alcaldesa, Rosana Molina y el entonces presidente de la Diputación, José Entrena, el 1 de febrero de 2020.

En el aparcamiento próximo al merendero tres jóvenes comienzan a sacar de su maletero todo lo necesario para recorrer esta vía ferrata que cada vez recibe más visitantes. Andrea Estefanía y Patricia nos cuentan que vienen de Rincón de la Victoria, Antequera y Alfarnatejo, respectivamente, y que los fines de semana o períodos de vacaciones suelen venir a esta vía ferrata. «Es muy divertida pues tiene de todo: tirolina, puentes, péndulos, un poquito de extraplomo. En fin, es una aventura por la que merece la pena venir aquí». También están al tanto de los proyectos de ampliación pues está prevista la inclusión de cinco tramos más, apertura de tramos infantiles y senderos de aventura preparados para todos los públicos.

Detalles que completa el salareño Miguel Ruiz, gerente de la empresa de turismo activo y construcción de infraestructuras deportivas Sport Natura, una empresa familiar que lleva junto con sus hijos Samuel y Javier, que se dedica a construir y gestionar este tipo de actividades.

Tras comentar que se inició en la espeleología siendo muy joven y que practicó descenso de barrancos y un sinfín de de deportes de turismo activo incluido paracaidismo, buceo y vía ferrata, explica que hace una década comenzaron a construir vías ferratas en la que han terminado especializándose.

En concreto la vía ferrata de Zafarraya, situada en el Tajo de la Miel, en el área recreativa de Las Parideras, tiene un recorrido de 550 metros de dificultades variadas, abiertas al mayor número posible de escaladores, noveles y ya iniciados.

Existen cabeceras acondicionadas para rápeles menores de 20 metros a lo largo del recorrido y hay en total un desnivel acumulado de 175 metros. La vía, cuyo tiempo de realización está en torno a las tres horas y media, tiene niveles de dificultad de K3 a K5. Entre los elementos más destacados están una plataforma del péndulo oscilante, una escalera al cielo volada de 10 metros o puentes mono.

Así mismo, Miguel destaca cómo este deporte está en auge. «Genera una sinergia muy grande en los pueblos donde se instala una vía ferrata al tener una gran aceptación y contar con un público bastante numeroso».

También comenta que se denomina 'John Hogbin', nombre de un montañero de Zafarraya fallecido desgraciadamente en un fatal accidente en Sierra Nevada donde fue atrapado por un alud el 20 de febrero de 2011. Los requisitos que tiene que tener una vía ferrata para que sea certificada y homologada, como es el caso de la de Zafarraya, es que cuente con carteles de información básicos con los diferentes consejos para poder utilizarla correctamente, los niveles de dificultad, y las normas de seguridad.

Aparte de esta infraestructura cuenta con una singularidad más pues Jes Gamart, un vecino de Zafarraya, se ha dedicado altruistamente a pintar con vivos colores algunas de las piedras que se encuentran en el inicio de la cantera que funcionó hace bastantes años. Una de ellas la ha pintado como si fuera un amonites gigante que ha terminado por convertirse en el logo de la ferrata de las Parideras.

Cuenta con mesas y barbacoas instaladas por el Ayuntamiento, zona de acampada para caravanas y tiendas de campaña gratuitas, ya que ha seguido apostando por esta zona y posibilitado el funcionamiento de un restaurante con cafetería que gestionan Miguel y su mujer Gema, además de una zona de columpios y tirolina infantil.