El grupo 'Algaida' de Alpujarra de la Sierra ofrece dos conciertos de Navidad, uno en Mecina Bombarón y otro en Yegen
Cada vez son más las personas que deciden pasar las navidades en alojamientos rurales de esta zona
Rafael Vílchez
Capileira
Lunes, 30 de diciembre 2019, 11:56
Las iglesias de Mecina Bombarón y Yegen han acogido un concierto de Navidad a cargo del excelente y muy aplaudido Grupo Musical 'Algaida' del municipio ... de Alpujarra de la Sierra, formado por los pueblos de Mecina Bombarón, Yegen, El Golco y la aldea de Montenegro. En esta zona se vive intensamente la Navidad, como antes, con mucho sabor a pueblo alpujarreño.
Alpujarra de la Sierra se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de la Alpujarra oriental. La llegada de visitantes cada año a esta zona no es fruto de la casualidad, sino del trabajo del sector público y privado. Alpujarra de la Sierra embruja al turista y visitante con sus leyendas, historia, museos, fiestas, gastronomía, jamones y embutidos, restaurantes, artesanía, arquitectura ancestral, senderos de las acequias y los castaños, monumentos, etcétera.
La naturaleza, el silencio y la paz que se respira en esta bendita zona invitan al visitante a quedarse para siempre. Esta bella y extensa zona de contrastes situada entre montañas es para quienes buscan el descanso, el sosiego y la inspiración.
En otros tiempos en esta zona cuando se acercaba la Navidad se realizaba la matanza del cerdo en casi todas las moradas. Eran días llenos de alegría e ilusión. Las patatas matanceras aliñadas con asadurilla, el mosto y el anís no podían faltar. La matanza era motivo de unión familiar. Roscos, mantecados, galletas, chicharras… olor a morcilla fresca. Los niños pasaban el tiempo jugando con la vejiga del cerdo hinchada como un globo. También, en pandilla, solían tocar la zambomba por las calles. Los villancicos afloraban por doquier. La gente asistía a las misas. La cuadrilla de Ánimas recorría las calles, cantando de puerta en puerta.
Antiguamente los regalos de los Reyes Magos no eran tan sofisticados como ahora. Solo las familias más adineradas compraban juguetes. Eran otros tiempos, tiempos de jugar al corro, la rayuela, la pelota de trapo, la cometa, los carromatos de madera, el trompo, las canicas, las charpas, la comba, el diábolo, etcétera.
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