Minas de Alquife ejecuta las últimas de las diez voladuras previstas en su plan de labores de 2020

Así lo han señalado fuentes de la empresa consultadas por Europa Press, que, tras la novena voladura esta misma semana, han agregado que la última de esta tanda se realizará antes del final de este mes de enero, cumpliendo así el calendario del plan de labores correspondiente a 2020.

Se tramita también el plan de labores correspondiente a 2021 que se va a presentar a la Junta para dar continuidad a los trabajos, con una previsión de extracción de 1,7 toneladas --220.000 de mineral y 1,5 de «estéril» de mina, entre aluvión y caliza--, cantidad que se podría aumentar según el desarrollo de los trabajos, han agregado las mismas fuentes.

El plan de labores de 2020, desbloqueado en el último tramo del año pasado y relacionado con la Autorización Ambiental Unificada aprobada en 2015, permitieron activar los trabajos que se habían venido realizando desde hace año y medio aproximadamente en este yacimiento de 546 hectáreas ubicado en el Marquesado del Zenete de la provincia de Granada con alrededor de 30 trabajadores, la mayoría locales.

Minas de Alquife, propiedad de la familia hispano-alemana Fauteck-Puche, afincada en Madrid, no pudo llegar a hacer la prueba industrial prevista en la fase de preexplotación de 2019 para la que obtuvo permiso al inicio de la actual legislatura andaluza.

Los problemas derivados para la concesión de permisos para el embarque del mineral desde Carboneras (Almería) impidió el traslado de las primeras 90.000 toneladas en tres embarques de 30.000 toneladas para realizar ensayos industriales con «las mejores técnicas de concentración disponibles actualmente en el mercado».

Según informó la empresa, la estrategia pasa en esta nueva etapa por «entrar en el mercado global, siendo el europeo prioritario» y partiendo de la doble «oportunidad» que puede suponer para Minas de Alquife la tendencia creciente a la adquisición del mineral local por comerciantes, los cuales se encargarán de «mezclarlo con otros minerales de leyes más altas» al objeto de obtener «un producto final óptimo para consumo en la industria siderúrgica de fabricación de acero».

Este proceso de mezcla, conocido como 'blending', permite a la empresa disminuir las distancias en su exportación, lo cual tiene como consecuencia la reducción directa de emisiones en dióxido de carbono.

En este sentido, en el proyecto de explotación, que supondrá la vuelta a la actividad del yacimiento tras casi 25 años, se contempla el traslado del mineral a preferentemente al entorno europeo y del Mediterráneo. No se descartan otros destinos como consumidores finales.

Por otro lado, a principios de diciembre, la Junta de Andalucía informó de que había elevado un informe en el que comunica a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir que las minas de Alquife son de Interés Público Superior (IPS) para que se tenga en cuenta como exención en el futuro Plan Hidrográfico, de modo que la sociedad pueda comenzar a extraer el mineral de hierro que se halla bajo el nivel freático de agua.

En el escrito se recoge que el hierro es un «mineral prioritario» y que la declaración de IPS responde, entre otros fundamentos, a que es conforme a la directiva marco de aguas, sin que ello suponga una imposición impuesta por ninguna norma sino una mera «buena práctica administrativa», sin que en modo alguno se erija en declaración formal de concurrencia de interés público superior.