Más de mil personas se manifiestan en Benamaurel en defensa del Guardal
Vecinos de Benamaurel y Castilléjar reclaman un caudal ecológico y el mantenimiento de los riegos históricos
José Utrera
Domingo, 17 de septiembre 2023, 23:58
Los vecinos de Benamaurel, de Castilléjar y otros pueblos vecinos se echaron ayer a la calle para exigir a las administraciones competentes la mejora y ... la protección del caudal ecológico del río Guardal. Y exigen el mantenimiento de los riegos tradicionales.
Alentados por una plataforma vecinal, en la que las mujeres, tienen mucho que ver, como ya ocurrió para reclamar el puente que se llevó la riada en 2019 o las reivindicaciones para abrir las 24 horas el servicio de urgencias de la localidad. Ahora toca defender el río.
Unas 1.500 personas con camisetas blancas se congregaron en el Parque de la Cañada y recorrieron los dos kilómetros escasos que hay hasta el estrecho puente sobre el río Guardal en la carretera A-4200. La protesta reivindicativa discurrió de manera pacífica y sin incidentes para denunciar las consecuencias medioambientales por la falta de agua, una situación que empieza a ser crítica. La plataforma destaca que el agua apenas llega a la vega de Benamaurel, por lo que los regantes y ganaderos son los más perjudicados y no están para bromas. Cabe recordar que Benamaurel fue donde se produjo el foco inicial del brote de viruela ovina de hace un año, con consecuencias devastadoras.
Los participantes en la manifestación denuncian que el río Guardal se encuentra prácticamente «muerto», situación que afecta a los regantes de la vega tradicional, por la «dejadez» de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a la que exigen medidas urgentes ante la falta de riego y la inminente desaparición del río Guardal. «Exigimos el caudal ecológico y los derechos históricos de riego que nos han ido quitando a lo largo de los años, desviando el agua del Canal de San Clemente a nuevos cultivos intensivos».
Desde la plataforma consideran que cada vez es más evidente para la ciudadanía que el beneficio de unos pocos no puede ser a costa de ocasionar grandes daños colectivos y públicos en forma de facturas ambientales y sociales: acuíferos sobreexplotados, suelos contaminados.
«La administración mete a toda la agricultura en el mismo saco y considera que el problema es que no llueve y que el sector agrario no tiene nada que cambiar. Los ciudadanos de Benamaurel estamos hartos de escuchar siempre las mismas mentiras del sistema. La modernización no es la principal medida de adaptación del regadío al cambio climático. Hay un amplio consenso científico a nivel internacional que demuestra que la modernización de regadíos no ahorra agua, sino que con frecuencia aumenta su consumo, en un efecto rebote».
Los regantes de Benamaurel y Castilléjar consideran que los regadíos históricos conectados a un río y que reparten el agua por gravedad son los más sostenibles porque no emplean energía. Además, no desperdician nada de agua porque la que no se consume, el cultivo la vuelve al río y está disponible para su funcionamiento ecológico y para el siguiente regadío aguas abajo. « hay que apoyar los regadíos históricos y tradicionales por ser un patrimonio cultural y ambiental», señalaron.
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