Marina Martín, in memoriam

Mujer de una excepcional calidad humana y política, lo que la hace acreedora del máximo reconocimiento de todos los granadinos y granadinas por el gran legado que nos ha dejado en su labor pública como delegada de la Junta de Andalucía, directora de la Fundación Pública El Legado Andalusí y actualmente, alcaldesa de Chauchina.

Su trayectoria vital hará que la recordemos siempre como mujer fuerte, luchadora, valiente, capaz, inteligente, audaz, trabajadora...Los que tenemos el privilegio de conocerla personalmente también sabemos el lugar tan importante que ocupan sus hijos, su familia, sus compañeros y sus amigos.

Quiero en estas palabras reconocer el trabajo de Marina como gestora pública, pues se lo merece. La política, a veces, no ha sido justa con Marina, a pesar de su capacidad y valía, hasta que sus vecinos y vecinas decidieron darle la confianza para que fuese la alcaldesa de su pueblo, Chauchina. Conocí de primera mano estas cualidades cuando estuvo al frente de una más que compleja gestión de la Fundación Pública El Legado Andalusí, en momentos muy duros. Jamás escuché a Marina quejarse, sino todo lo contrario, hizo de las dificultades virtudes y demostró que con muy poco, se puede hacer mucho. Además lo hizo como solo ella sabía hacer, de forma generosa, prudente y silente.

Así, en aquel 2018, que ahora pareciera muy lejano, pudimos organizar la conmemoración del 450 aniversario de la rebelión de las Alpujarras. Recuerdo cómo activamos la Ruta de las Alpujarras con nuevos municipios, como impulsamos exposiciones, acciones de promoción turística o el Congreso Internacional «Recordar la Guerra, Construir la paz». O, como nos reunimos con el Ministerio de Cultura para establecer vías de colaboración. Para todo ello, horas y horas de conversaciones, de cerrar hasta el último detalle.

Políticamente también coincidimos en muchos posicionamientos, tanto en política interna como en política general, y si algo hay que destacar de Marina, es que nunca nos dejó caer, siempre tuvo un segundo de aliento para todos los que hemos estado alrededor, por más oscuro que haya sido el momento.

Sé lo difícil que es encontrar palabras que puedan aliviar el dolor en estos momentos de su familia, especialmente de sus hijos. Espero que estas palabras, y todas las muestras de cariño que estoy seguro llegarán, sirvan para dar testimonio de la gratitud que nuestra provincia, sin adscripciones políticas, siempre guardará a una de sus gestoras más comprometidas con el servicio público, cuyo legado será ejemplo de inspiración de la igualdad, la libertad y la fraternidad a la que dedicó su vida entera.

No encuentro las palabras adecuadas para este momento, ¡Amiga, joder, te voy a echar mucho de menos!