Un gimnasio de Íllora reparte sus bicicletas de 'spinning' para que la gente entrene gratis en casa
Han pedido permiso a Guardia Civil y Policía Local para la entrega de los aparatos, que ha sido un éxito, los vecinos se las han quitado de las manos
Al gimnasio Brazen Factory 2.0, de Íllora, el tsunami del coronavirus les ha pillado arrancando, apenas llevaban un mes abiertos cuando estalló la crisis ... sanitaria y tuvieron que cerrar. Mientras leía en los grupos de 'whatsapp' a amigos y socios quejarse de los kilos que van a coger en este confinamiento, a Isaac Labrador, el instructor del gimnasio, se le encendió la bombilla. «¿Y yo para qué quiero ahí paradas unas bicis nuevecitas, que no tienen ni veinte días, cogiendo polvo?«, pensó. Así que ha decidido repartir las bicicletas de spinning a los vecinos del pueblo para que puedan entrenar en casa y seguir las clases online que él imparte desde la suya.
Todo de forma totalmente gratuita. «La cuota no la están pagando y ya le dijimos que la anterior la van a poder recuperar en cuanto nos vuelva dejar funcionar», asegura el instructor.
La iniciativa del instructor de spinning ha sido todo un éxito. Las bicicletas se las han quitado de las manos y sus alumnos están encantados siguiendo religiosamente las clases que imparte vía videollamada no solo de spinning sino también de las otras disciplinas de las que es instructor, zumba fitness y strong by zumba. Cinco al día, desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde.
Para el reparto, tomando las máximas medidas de seguridad, han solicitado permiso a la Guardia Civil y al Ayuntamiento y no han tenido problemas, ya que se trataba de una «iniciativa por el bien del pueblo». La propia Policía Local ha colaborado en el reparto.
«Para este confinamiento aconsejo mucha paciencia y cumplir lo que se nos ordena o esto va a ir para más largo, pero sobre todo seguir practicando actividades deportivas en casa. Yo estoy acostumbrado a trabajar en una sala de 350 metros pero me he acondicionado una habitación y hago exaactamente lo mismo en casa, ¡no hay excusas!«, asegura simpático el instructor. Y para los afortunados que hayan pillado una de sus bicis, aún menos.
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