La empresa de jamones más antigua de Trevélez cumple 67 años

Jorge siguió diciendo que «mi padre, en cada pueblo de la Alpujarra tenía una persona de confianza para abastecerlo de jamones de las matanzas familiares, a cambio de una comisión. Mi padre apreció que los perniles de Trevélez tenían más calidad que otros. Un día decidió vender su bar a su hermano Luis y alquilar una casa en Trevélez para secar jamones. Y como el negocio le fue bien, cuando pasaron siete años compró una finca y edificó el primer saladero-secadero de jamones de la Alpujarra», explicó.

Según Jorge Vallejo «mi padre se dedicó en cuerpo y alma al sector del jamón. Había noches que daba tres viajes a Motril para entregar los jamones a sus clientes, algunos procedentes de maquila. Era incansable. Su Land Rover era muy conocido. Después adquirió un camión. Algunas veces lo paraba la Guardia Civil para quitarle las llaves del vehículo y recomendarle que descansara varias horas. Y eso hacía, pasadas cuatro horas le devolvían las llaves para que siguiera su camino. Él recogía los jamones de casi todos los carniceros de Granada para curarlos en su secadero y luego se los devolvía, aparte de la producción propia que también realizaba. En 1987 mi hermano y yo nos quedamos con la empresa tras comprarle a mi hermana su parte. Y hace ocho años me quedé yo con ella tras adquirir a mi hermano el 50% de las acciones», señaló.

Jorge Vallejo dijo también que «hace quince años realicé una ampliación para poder producir 80.000 piezas al año con un punto de sal muy reducido. Mi empresa, que cuenta con 5 premios nacionales y que vende a otros paises, da trabajo a ocho personas. También hemos abierto una tienda con nuestros productos y lo mejor de lo mejor de la Alpujarra», terminó diciendo.