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Dúrcal celebra hasta mañana las fiestas veraniegas en honor a San Ramón Nonato

Desde el pasado siglo los gigantes y cabezudos de Dúrcal anuncian por las calles del pueblo el comienzo de las fiestas veraniegas en honor a San Ramón Nonato

Rafael Vílchez

DÚRCAL

Sábado, 1 de septiembre 2018, 10:11

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Los gigantes y cabezudos de Dúrcal han vuelto a cobrar vida en la víspera de las fiestas en honor a San Ramón Nonato desfilando por las calles del municipio junto a charangas, carrozas (una dedicada a Rocío Dúrcal), comparsas, la Agrupación Musical y Majorettes 'Virgen del Carmen', caballistas, bailarinas, titiriteros y grupos de gente muy divertida. Los gigantes y traviesos cabezudos hicieron disfrutar a grandes y sobre todo a los más pequeños. El origen de la tradición de los gigantes y cabezudos en España data de la Edad Media.

Las primeras referencias escritas en novelas son del año 1201 en Pamplona. Muchos de los gigantes y gigantas y cabezudos y cabezudas que desfilan en Dúrcal son populares y reconocibles y algunas figuras fueron elaboradas hace unos años por el célebre lugareño y contador de chistes Antonio Palacios Terrón 'El aguacilillo'. Las fiestas de San Ramón comenzaron el pasado jueves y finalizan este domingo, día 2 de septiembre.

Los gigantes y gigantas de Dúrcal son figuras de varios metros de altura que son portadas por personas que van en su interior tapadas con los ropajes. Cada figura posee una disimulada y pequeña abertura para que el hombre o la mujer que la lleve pueda respirar y ver el exterior. En los cabezudos destacan los perseguimientos a la gente con una varilla y escoba y la proporción de sus cabezas para dar un efecto más cómico. Las figuras estan realizadas con cartón-piedra, poliéster y fibra de vidrio.

Mucha gente de la comarca del Valle de Lecrín, principalmente, suele acudir también al desfile de los gigantes y cabezudos de Dúrcal porque impregnan el pueblo de ilusión, colorido, música y fantasía. La legendaria y famosa orquesta local 'Los Diablos Negros', un año más, acomodada en un gran vehículo ha actuado en vivo y en directo durante todo el recorrido para animar aún más el desfile.

La imagen de San Ramón, que en Dúrcal es procesionada en la tarde del 31 de agosto, se representa con la boca sellada por un candado porque, según cuenta la leyenda, se lo pusieron al santo en Argel para que dejara de predicar la religión católica. Desde tiempos inmemoriiales en estas fiestas se suelen degustar grandes cantidades de higos chumbos acompañados con copitas de anís para mantener viva la tradición. Este año una plaga de cochinillas del carmín ha diezmado las chumberas de este y otros lugares. En esta ocasión el Ayuntamiento y la comisión de fiestas ha sustituido la degustación de chumbos por pestiños acompañados por copitas de anís. Estas fiestas no son patronales. El patrón de Dúrcal es San Blas bendito y también tiene su fiesta.

El programa de las fiestas de Dúrcal es muy ámplio. La pregonera ha sido la locutura María Ángeles Salguero. Hoy sábado habrá campeonato de dominó, torneo de tenis de mesa, actividades infantiles, fútbol, concurso de paellas, actuación del grupo 'La Jaula', mini basket, boloncesto, atrapa un jamón, carrera de cintas, campeonato de mocho, verbena con la Orquesta 'Birmania' y 'Nuevo Ayer', etcétera.

Mañana domingo habrá, entre otras cosas, una exposición y demostración de trabajos de esparto e hilatura, misa, tiro con arco, actuación del grupo rociero 'Salvia y Romero', la II Carrera de porteadores del jamón, actuación de 'Los Diablos Negros', concursos de baile y de migas, etcétera. En estas fiestas participa también la Banda 'Amigos de la Música de Dúrcal.

A San Ramón le llamaron Nonato porque no nació, sino que, habiendo fallecido su madre antes del parto, le hicieron una incisión en el año 1204 en la villa de Portel, obispado de Urgel, y sacaron al niño vivo y sano. Cuando se hizo mayor se hizo religioso. El Papa Gregorio IX le hizo cardenal. Un día, cuando viajaba a Roma se sintió enfermo al llegar a Cardona. Estaba ausente el sacerdote que le habia de administrar el santo viático y, deseando San Ramón con vivísimas ansias recibirlo, se lo administraron las santos ángeles, o, como aseguran otros autores, el mismo Jesucristo. Murió el 31 de agosto de 1240, a los 36 años de edad. La ciudad de Barcelona, la villa de Cardona y la Orden de la Merced se disputaron sus reliquias. Entonces se dicidió poner el cuerpo sobre una mula y enterrarle donde ésta se detuviera, que fue en la ermita de San Nicolás, donde San Ramón había recibido muchos favores del Cielo.

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