«Es difícil actuar cuando no sabes contra qué. El pueblo está muerto»
Los alcaldes piden que se les faciliten los nombres de los contagiados para asegurarse de que cumplen la cuarentena y doblegar así la curva
laura gautier
Viernes, 5 de febrero 2021, 00:25
Tras tres semanas con la losa del cierre perimetral y de la actividad no esencial, Beas de Granada, Cogollos de la Vega y Padul ... son tres de los pueblos que no consiguen doblegar la tasa de contagios. La preocupación es la tónica dominante en estos municipios, por la salud de sus vecinos y por la delicada situación que están atravesando bares y comercios, muchos ahogados al no saber cuándo podrán volver a subir la persiana.
El alcalde de Padul, Manuel Villena, afirma que la situación es «desesperante» y pide a la delegación de Salud que les faciliten los nombres y apellidos de los contagiados para, con la ayuda de la Policía Local, poder asegurarse de que tanto ellos como sus contactos estrechos cumplen la cuarentena. Y es que, si hace tres semanas, los regidores tenían claro que la causa del incremento de casos eran las fiestas de Navidad, ahora no saben a dónde mirar para atajar la curva. «Es difícil actuar cuando no sabes contra qué. El pueblo está muerto, no hay nadie paseando, sabemos que no hay fiestas en los cortijos, los bares están cerrados… Las cifras son números que no nos dan información sobre dónde tenemos que establecer medidas».
A ciegas
«Vas totalmente a ciegas», incide en la misma línea Manuel Martín, alcalde de Beas de Granada, que explica que se entera de quiénes son los contagiados por lo que cuentan los vecinos pero que, al no ser datos oficiales, no puede hacer nada. Para él, no contar con esta información es un problema que debería haberse resuelto cuando empezó la pandemia para que los ayuntamientos más pequeños puedan actuar en consecuencia, y más teniendo en cuenta que pocos positivos pueden disparar las cifras al contar con menos habitantes. Martín se muestra especialmente agradecido con los servicios sanitarios del pueblo que, a pesar de las dificultades «están realizando una labor extraordinaria».
Mientras esperan que la tasa baje, solo pueden seguir manteniendo las medidas de seguridad y desinfección y ver de qué manera puede ayudar a los negocios obligados a cerrar. Manuel Lucena, regidor de Cogollos de la Vega, está intentando restringir la movilidad del pueblo acortando los horarios de atención al público en los edificios municipales, que cierran martes y jueves mientras siguen trabajando de puertas para dentro.
«A nivel personal estoy muy preocupado», señala. «Hay muchos vecinos y amigos contagiados, varios de ellos en la Uci». En este municipio pasaron de una incidencia de unos 4700 por cada 100.000 habitantes a 2700, pero, a pesar del descenso y la posible apertura dentro de unas semanas, temen que sus negocios no resistan. Por eso, apunta Lucena, están hablando con los representantes del sector del comercio y la restauración para ver si pueden poner en marcha alguna ayuda económica, algo que también barajan desde Beas de Granada. «Lo vamos a intentar, pero somos pueblos pequeños, con pocos recursos», lamenta Manuel Martín.
Recogida de firmas
Precisamente la falta de expectativas es lo que ha llevado a los comerciantes de Padul a promover una recogida de firmas. No entienden que a unos negocios se les considere esenciales y a otros no, y que se den situaciones difíciles de entender como el hecho de que un salón de estética tenga que cerrar, mientras una peluquería, que ofrece también este servicio, sí pueda abrir. Así, algunos negocios en funcionamiento han decidido vender bonos con servicios de los que han cerrado para echarse una mano mientras el covid no da tregua.
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