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La alcaldesa de Valderrubio muestra la diferencia de calibre entre canalización procedente del arroyo Hondo de Tobares y acequia del pueblo. JORGE PASTOR

Diecisiete poblaciones granadinas, con 'riesgo alto' de inundaciones por lluvias torrenciales

Regidores como la alcaldesa de Valderrubio claman soluciones para que las crecidas del arroyo Hondo de Tobares no cause más desgracias

Jorge Pastor

Granada

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Sábado, 16 de diciembre 2017, 00:42

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Dos semanas después de aquel 29 de noviembre en que cayeron más de setenta litros por metro cuadrado en algunos puntos de la provincia, los operarios aún seguían baldeando las calles de Valderrubio, que se inundó... una vez más. Los dos mil habitantes de este municipio, situado en pleno corazón de la Vega de Granada, vivían momentos de gran tensión y revivían aquellas escenas terribles de ocho años atrás, cuando una avenida de agua se llevó por delante la vida de una vecina muy querida, Magdalena, de 76 años. Lágrimas y dolor. Mucho dolor. Por eso, porque en cualquier momento se puede repetir la tragedia, la alcaldesa Paqui Blanco ha dejado de dormir en noches de temporal. Atenta para salir corriendo por si hay que abrir las compuertas de la acequia. Para evitar que la riada proveniente del arroyo Hondo de Tobares no arrase viviendas y cultivos. Qué paradoja: un pueblo que necesita la lluvia para el campo, pero que la teme 'como una vara verde' cuando cae con fuerza.

Curiosamente Valderrubio no figura entre las diecisiete poblaciones de la provincia que, según el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de las Cuencas Mediterráneas Andaluza, que data de abril de 2016, tienen 'mayor riesgo' de quedar anegadas. Se trata de Notáez (Almegíjar), La Herradura, Almuñécar, Carataunas, Guájar Alto y Guájar Fondón (Los Guájares), Béznar (Lecrín), Carchuna (Motril), Padul, Acebuches e Ízbor (El Pinar), La Mamola y Castillo de Baños (Polopos), Salobreña, Soportújar, Salares (El Valle) y Zafarraya. Localidades grandes, medianas y pequeñas a las que habría que agregar otros 123 puntos críticos expuestos a las crecidas de ríos, ramblas y arroyos que 'bajan' secos casi todo el año pero que, en no pocas ocasiones, provocan verdaderos destrozos e incluso algunas muertes cuando dicen 'aquí estoy yo'.

Pero volvamos a Valderrubio. El origen del problema está en Hondo de Tobares, un barranco de cinco kilómetros que recoge cauces de términos como Moclín, Íllora e incluso Alcalá la Real, en Jaén. Todo ese enorme torrente culmina en una canalización de menos de un metro de ancho que, lógicamente, no tiene capacidad para evacuar caudales de miles y miles de litros por segundo cuando arrecian los temporales. Se da la circunstancia de que a veces no hace falta que en Valderrubio caiga una sola gota para que Hondo de Tobares enseñe sus dientes afilados. Puede que las precipitaciones se produzcan 'arriba' y que desemboquen Valderrubio. Sucedió el pasado 17 de noviembre. Al igual que el 29 de noviembre, quedaron anegadas todas las vías situadas en torno a la calle Sol y la Carretera, la salida natural de Hondo de Tobares. Se vieron afectadas unas 150 familias y unas treinta explotaciones agrícolas, la mayor parte de ellas dedicadas al espárrago.

Hay soluciones encima de la mesa desde hace décadas, pero nunca se llegaron a materializar. ¿Por qué la situación es más grave ahora? Básicamente porque, después de un prolongado periodo de sequía, las barranqueras están sucísimas y hay mucho material que obstaculiza el curso de las aguas. Fíjese en la foto de la página de la derecha, la de arriba. Además de chinos, barro, piedras y cañas, hasta frigoríficos arrastra la corriente. Según explica la regidora de Valderrubio, Paqui Blanco, hubo un proyecto primigenio en 1999. No se actuó en Hondo de Tobares, pero sí en otros dos barrancos que morían en el campo. En 2007 se redactó uno exclusivamente para Valderrubio por importe de 4,5 millones de euros. El objetivo era construir un canal que condujera Hondo de Tobares hasta el río Cubillas. Se realizaron incluso expropiaciones, pero aquella inversión se quedó nuevamente en el cajón. Las competencias pasaron primero a la Junta y luego regresaron a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Y vino la crisis. Y no se hizo nada. La construcción de la línea del AVE ha complicado todo un poco más. Se ha comido parte de una pequeña pantaneta, también colmatada, que actúa como retén de las aguas.

«Estoy desesperada», reconoce Paqui Blanco, quien pide la implicación de las administraciones para encontrar una salida. «¿O es que hay que esperar que se produzca otro fallecimiento, como en 2010, para que actúen de una vez por todas?», se pregunta la primera edil.

Limpieza urgente

Lo más perentorio ahora es acometer las tareas de limpieza. La Delegación de Medio Ambiente considera que le corresponden a la Confederación. Y la Confederación tira de un informe del Defensor del Pueblo, fechado en 2009, que indica textualmente que «la realización de obras de limpieza y mejora de los cauces es una potestad discrecional de los organismos de cuenca que está supeditada a la habilitación de la correspondiente dotación presupuestaria». Por tanto la Confederación no está obligada, aunque puede hacerlas, y tiene la potestad de autorizarlas en el caso de que las promuevan otras instituciones o particulares. La Confederación también acude al Plan Hidrológico Nacional, donde se dice que las intervenciones en «cauces públicos situados en zonas urbanas corresponderán a las administraciones responsables en materia de ordenación del territorio y urbanismo, sin perjuicio de las competencias de la Confederación sobre dominio público hidráulico».

El Ayuntamiento de Valderrubio, que ha tenido que liberar más de 12.000 euros para la contratación de una empresa que retire todo el lodo acumulado en sus calles, pide respuestas. Que la Junta y la Confederación se pongan de acuerdo y busquen los recursos necesarios para que Hondo de Tobares esté acondicionado y no sea un peligro potencial cuando vienen los temporales y las borrascas. Incluso la alcaldesa Paqui Blanco (PSOE) se plantea ya emprender movilizaciones. «Me siento respaldada por los ciudadanos de Valderrubio y creo que, llegado el momento, también tendría el apoyo del resto de partidos que conforman la corporación municipal».

Últimamente, a raíz de los dos últimos episodios de inundaciones, ha habido algún movimiento político. La coordinadora del Grupo Parlamentario Socialista, Elvira Ramón, visitó Valderrubio el pasado 5 de diciembre para que la Confederación «ejecute de manera inminente el encauzamiento de Hondo Tobares al discurrir por terreno rural» -la Confederación arguye que es urbano-. «Levantamos la voz una vez más porque siguen sin hacer nada», criticó Ramón, quien anunció la presentación de una proposición no de ley solicitando esta inversión en el Congreso de los Diputados.

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