Denuncian desapariciones y agresiones a las colonias felinas en Alhama
En las colonias felinas de Alhama de Granada sufren «desapariciones inesperadas» y «agresiones» hacia los animales
Leticia M. Cano
Martes, 2 de septiembre 2025, 00:21
Denuncian ante la Guardia Civil la muerte de un gato en Alhama de Granada por dos disparos de perdigones. Los hechos se pusieron en conocimiento ... de la Benemérita el pasado 25 de agosto, cuando una vecina del municipio tuvo que sacrificar a uno de los gatos que alimentaba habitualmente después de que al llevarlo al veterinario vieran que tenía varios plomos en el cuerpo, uno de ellos incrustado en la médula, lo que provocaba que si llegaba a sobrevivir, «iba a sufrir para siempre». La vecina, Mónica Ordóñez, que dio el aviso a la Policía, tiene ahora que hacer frente a una factura que supera los 600 euros para tratar de salvar al animal.
Los problemas con las colonias de felinos de la localidad, según cuenta esta vecina que está al cargo de tres de ellas, se producen desde hace un año. Ella reparte comida para estos animales en tres puntos de la localidad y, además de conocer «a la perfección» a todos los integrantes, ha detectado comportamientos sospechosos. «He visto cómo tiraban esa comida a la basura y en las colonias cada vez hay menos gatos», declara.
Aunque es verdad que algunos de los felinos han encontrado un hogar, muchos otros están en paradero desconocido. «En una de las colonias en las que había 25 gatos, ahora solo quedan cinco», explica Mónica. Además, según cuenta, algunos vecinos de la localidad le han confesado que han visto cómo les tiraban piedras a los gatos, a lo que se suman disparos de perdigones. «Cuando llegué vi que un animal no podía caminar», añade.
Al ver al felino herido, la mujer llamó a la Policía Local y a Medio Ambiente para intentar salvar la vida del animal. Fue ella misma la que lo llevó a varios veterinarios en Alhama de Granada, Loja y Granada. En estos dos últimos obtuvo un informe en el que se detallaba la situación del gato. «Tenía dos disparos: uno en las patas traseras y otro en la médula. El primero era de hace tiempo», informa. Tras varias radiografías le informaron de que la mejor opción era meterlo en quirófano para saber si el disparo estaba en la columna, lo que daba opciones de salvar su vida, o en la médula, lo que supondría su muerte.
De esta forma se dieron cuenta de que la mejor opción era sacrificarlo y ahora, Mónica tiene que hacer frente a las facturas que superan los 600 euros. «Lo pagaré poco a poco, o a ver si alguien puede ayudarme, pero son seres que necesitan ayuda y no podía dejarlo», lamenta. Esta vecina, junto a dos personas más, rescatan a perros y gatos para darles un nuevo hogar y ahora reclaman que desde el municipio se les tenga más en cuenta. «Esperemos que el Ayuntamiento nos eche una mano y se aplique la Ley de Bienestar Animal», manifiesta. «Estos animales ni hacen daño a nadie ni molestan, espero que se investigue y se haga justicia», sentencia.
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