Dentro de la cueva prehistórica de los Murciélagos de Granada
El arqueólogo, Francisco Martínez, ha sido el encargado de enseñar la Cueva de los Murciélagos de Albuñol, donde aparecieron, entre otras cosas y en distintas fechas, una diadema de oro y las sandalias más antiguas de Europa elaboradas con esparto
Un grupo de personas han visitado la Cueva de los Murciélagos del municipio alpujarreño de Albuñol, para y en compañía del arqueólogo, Francisco Martínez, conocer ... los trabajos que se están realizando en este lugar mediante el Proyecto Cueva de los Murciélagos Albuñol. Este yacimiento del Neolítico inicial en el Occidente Europeo es uno de los más excepcionales de ese tiempo por el nivel de conservación de los restos vegetales y orgánicos por procesos de desecación natural, según los expertos. En la Cueva de los Murciélagos se realiza un estudio multidisciplinar de todos los restos arqueológicos recuperados del yacimiento, además de llevar a cabo una documentación gráfica y limpieza superficial en la caverna. El nombre lo toma esta cueva de los murciélagos que lo habitan.
El objetivo principal del proyecto de la Cueva de los Murciélagos es revalorizar y visibilizar internacionalmente un yacimiento único, a partir de un estudio holístico de su registro material aplicando las últimas técnicas arqueológicas y generando datos científicos de calidad. El estudio de esta cueva es un proyecto de investigación del programa Jóvenes Investigadores de la Universidad de Alcalá, financiado por la Comunidad de Madrid. En la Cueva de los Murciélagos hace unos meses se hallaron las cuerdas de arco más antiguas de Europa, así como el uso de madera de olivo y caña y de brea de abedul para la confección de las flechas. El estudio fue liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona. La alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, quiere poner en valor la Cueva de los Murciélagos para potenciarla y atraer estudiosos, historiadores, turistas, senderistas y visitantes.
En el paraje de 'Las Angosturas' y la 'Rambla de Aldayar' de Albuñol se encuentra junto a un desfiladero la Cueva de los Murciélagos, un hábitat troglodita en el que encontraron los primeros restos y adornos y metalistería prehistórica de la Península Ibérica, con elementos como la primera diadema de oro de la historia de España, y útiles elaborados con esparto trenzado. En 1831, Juan Marín, propietario de las 'Las Majadas de Campos' logró penetrar en la cueva a duras penas por las numerosas capas de guano acumulado por los murciélagos durante miles de años. Juan Martín encontró muestras de mineral de plomo y en 1857 se formó una compañía. Varios trabajadores
se toparon con tres esqueletos en un anchurón, uno de ellos ceñía una diadema de oro de veinte y cuatro quilates y peso de veinte y cinco adarmes, cuyo valor era de sesenta escudos.
En otro lugar de la cueva hallaron también doce cadáveres alrededor de un esqueleto de mujer, admirablemente conservado, vestido con una túnica de piel, abierta por el costado izquierdo, y sujeta por medio de correas enlazadas; mostrando un collar de esparto, de cuyos anillos pendían sendas caracolas de mar, exceptuando el anillo del centro, que ostentaba un colmillo de jabalí labrado por un extremo. Había junto a los esqueletos cuchillos de esquisto, instrumentos, hachas de piedra, cuchillos y flechas con puntas de pedernal pegadas a toscos palos con betún fortísimo. En diferentes partes de la cueva también encontraron los exploradores sobre cincuenta cadáveres.
Don Manuel de Góngora y Martínez dio a conocer la Cueva de los Murciélagos en 1868 tras su publicación en la obra clásica 'Antigüedades prehistóricas de Andalucía. En su trabajo recoge los materiales e información oral recuperada entre los mineros y saqueadores de la época. Góngora fue un arqueólogo, abogado, profesor, universitario, escritor e historiador, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias… nacido en Tabernas (Almería) el 13 de enero de 1822 y fallecido en Madrid en 1884.También la historia de la Cueva de los Murciélagos la cuentan la recordada profesora Paquita Manzano Camarena (ya fallecida) y el ilustre profesor Pedro Vargas Lorente en su libro de 340 páginas titulado 'La Ciudad de Albuñol', editado en 1984.
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