Cuatro pueblos de La Alpujarra alta celebran sus fiestas de una manera muy singular

Alfonso Aguilar ha manifestado que la misa patronal se «ha celebrado en la iglesia y se ha retransmitido a través de Internet y redes sociales, particularmente en Youtube y Facebook. Durante la Misa se ha rezado por los difuntos, los enfermos y todos los que trabajan para aliviar el sufrimiento debido al coronavirus. También se ha agradecido a Dios que, en los siete pueblos que dirijo no haya habido ningún contagiado por Covid-19». En su homilía, Alfonso Aguilar, ha ofrecido pistas para sacar bienes del mal de la pandemia.

Las campanas han repicado a las horas de iniciar la misa. Cada pueblo tiene su grupo de WhatsApp y, por invitación del párroco, han compartido fotos y vídeos de las misas y procesiones de otros años.

El párroco de Capileira y de otros pueblos de La Alpujarra ha compuesto una oración especial a la Virgen de la Cabeza y un himno a la Santa Cruz en nueve estrofas de cuatro versos octosílabos. Transcribamos tres de estas estrofas, que nos inspiran de modo positivo ante el sufrimiento presente.

«La Vida en ti fue a morir / para dar muerte a la muerte. / La Vida en cruz es más fuerte: / ya podemos revivir».

«Árbol de divina faz, / son tus frutos redentores. / Brindas a los pecadores / gracia y luz, perdón y paz».

«Crucificas sin dolor, / bálsamo de sufrimiento. / Fin de huracanado viento, / geiser de perpetuo amor».

En Capileira unos jóvenes músicos han tocado y cantado en sus casas canciones propias de la fiesta y las han compartído con todos a través de WhatsApp. En Pampaneira la comisión de fiestas colocó a la entrada de la iglesia una bellísima exposición de la patrona, la Santa Cruz, de madera dorada de hace varios siglos, flanqueada por estandartes, cruces y ramos de flores.

Alfonso Aguilar ha organizado un concurso de cruces en Pampaneira del 3 al 11 de mayo en tres categorías. Se premiarán, primero, las mejores cruces en el exterior de las casas (puertas, balcones o ventanas); en segundo lugar, las cruces en el interior de los hogares (salón de estar o vestíbulo); y en tercer lugar, las cruces dibujadas por los niños. El mismo día de la Santa Cruz los balcones, paredes, portales y atrios de las típicas casas alpujarreñas de Pampaneira se han pintado de festivos colores con ornamentadas cruces.

A pesar del confinamiento, no han faltado las emociones y motivos de alegría. Seguir la misa por los medios sociales, escuchar el repique de las campanas, ver flores y cruces por doquier, leer mensajes de felicitación con vídeos y fotos, bailar al ritmo de la música que proyectaban los ayuntamientos por altavoz, ha colmado los corazones de los alpujarreños, como han manifestado en sus comentarios escritos y orales. Los vecinos y vecinas han celebrado sus fiestas patronales de otra manera, pero no con menos intensidad.

Alfonso Aguilar opina que «seguramente la pandemia ha logrado unir más a los vecinos de estos encantadores pueblos de La Alpujarra alta y hará que disfruten con doble alegría las fiestas y tradiciones centenarias cuando puedan celebrarlas en sus típicas formas», terminó diciendo.