El crimen de Íllora será enjuiciado por un tribunal popular

Así lo ha podido saber IDEAL de fuentes judiciales, que destacaron la relevancia de esta decisión judicial, pues el hecho de que el juez haya determinado que el terrible ataque que sufrió el joven deba seguir ese rumbo procesal supone, a priori, contemplar en los hechos un «homicidio consumado».

La decisión del juez de Loja se produjo hace unos días a través de un auto en el que, a su vez, el instructor consideró que las lesiones que presuntamente causó el investigado a otros jóvenes antes

del crimen deben ser investigadas aparte, en otra causa, «como diligencias previas», según las fuentes.

Y es que antes de la agresión mortal de Juan, otros jóvenes resultaron lesionados en el altercado que tuvo lugar en una caseta del recinto ferial (la localidad celebraba sus fiestas patronales) y en el que supuestamente tuvo un papel protagonista el investigado.

Se da la circunstancia de que también fue agredida aquella fatídica madrugada la novia de Juan, que caminaba con él por la calle Diego de Siloé de Íllora cuando sufrió el asalto. En el caso de las lesiones de esta testigo, el juez sí considera que deben ser investigadas en el procedimiento de jurado.

Las mismas fuentes detallaron el juez ha fijado el próximo 7 de octubre para la comparecencia que establece la Ley del Jurado a fin de comunicar la imputación al investigado y solicitar diligencias por las partes.

Cabe recordar que en la causa ejerce la acusación particular la familia de Juan, que está representada por el abogado penalista Rafael López Guarnido. Esta parte, según ha podido saber este diario, ha recurrido el citado auto del juez, pero solo en lo que concierne a sacar del procedimiento del jurado las otras lesiones atribuidas al investigado. El motivo: entiende que todas las lesiones se enmarcan en la actitud violenta y agresiva que culminó con el fallecimiento de Juan.

El investigado B. J. H., de 23 años y también vecino del municipio ilurquense, situado en el Poniente granadino, permanece en situación de prisión provisional, después de que el juzgado ratificara a principios de septiembre que debía seguir como preso preventivo hasta el juicio por existir riesgo de fuga.

La resolución que decidió el encarcelamiento de B. J. H. fue dictada el 18 de agosto y detallaba que el infortunado Juan Castro fue zarandeado y recibió puñetazos y, una vez cayó al suelo, también patadas.

«O me dices dónde está (...) o te mato», fue la advertencia que el presunto homicida, que buscaba a otro joven, hizo a Juan, según el auto judicial.«Tras los golpes en la cabeza, Juan cayó al suelo mientras que B. continuó dándole patadas».

Y viendo que el joven quedaba «inconsciente», huyó del lugar de los hechos. Juan falleció «como consecuencia de los golpes». El presunto agresor se marchó diciendo «si lo he matado, que me busquen».