Un cómic recupera la surrealista guerra entre Dinamarca y un pueblo de Granada
En '¡Hay que arreglar lo de Dinamarca!', el artista y escritor Román López-Cabrera relata esta largo y absurdo conflicto bélico, que duró 172 años
sara bárcena
Martes, 20 de diciembre 2022, 01:12
Dinamarca. En guerra. Contra un pueblo de Granada. Durante 172 años. Suena disparatado, como poco, pero el conflicto bélico entre Huéscar y el país danés ... es, probablemente, el más largo, absurdo y surrealista de la historia de España. Y, ahora, el artista y escritor Román López-Cabrera recuperará esta anécdota a través del cómic '¡Hay que arreglar lo de Dinamarca!'.
Nacido en Jacarilla (Alicante) en 1988, López-Cabrera siempre ha tenido clara su pasión: el dibujo. De pequeño, su padre le ponía películas de superhéroes y, de vez en cuando, caían algunos cómics en sus manos. Estudió el bachillerato artístico y cuando a los 18 leyó 'V de Vendetta', de Alan Moore y David Lloyd, se enamoró completamente del medio.
«Me estaban contando la historia y mi cabeza ya estaba planeando cómo lo iba a hacer»
Román López-Cabrera
Autor del cómica
Más tarde, se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Murcia. Quería dedicarse a dibujar profesionalmente y decidió intentarlo «a toda costa». Desde entonces, ha ilustrado numerosos tebeos y firmado otros como autor completo. Un ejemplo es 'Miguel Hernández: Piedra Viva' (Cascaborra Ediciones, 2021), culpable de lo que hoy nos trae aquí.
«En abril de este año lo presenté en el Museo del Cómic José de Huéscar. Allí, gente de la organización y el archivero del pueblo me contaron esta rocambolesca historia», recuerda el artista. Mientras escuchaba, su cabeza ya estaba desarrollando un planteamiento, una visualización preliminar de cómo reflejaría todo aquello en un cómic.
Así fue la guerra
Todo empezó en 1808, durante la Guerra de la Independencia. El Gobierno central cortó relaciones con Dinamarca por la ayuda que prestaba a los franceses y el Ayuntamiento de Huéscar decidió entonces declarar la guerra al país danés. Tras la derrota de Napoleón y el regreso de Fernando VII a España, el supuesto conflicto bélico quedó en el olvido, pero aquella declaración siguió vigente.
Hasta 1981, cuando el historiador Vicente González encontró un documento que recogía lo sucedido en este municipio de la provincia de Granada. Fue solo entonces cuando los oscenses decidieron solventar aquella casi kafkiana situación y firmar la paz con Dinamarca. Así, el 11 de noviembre de aquel año, casi dos siglos después, tuvo lugar el hermanamiento entre Huéscar y la ciudad nórdica de Kolding.
Para López-Cabrera, es una historia que, «sirviéndose de la excusa de una guerra ficticia, sienta las bases para celebrar la paz». «En realidad, '¡Hay que arreglar lo de Dinamarca!' va de la evolución y expansión de un cotilleo, de cómo el descubrimiento de esta guerra traspasaba fronteras, primero las de los periódicos locales a las de los nacionales, y luego las propias fronteras del país», explica el ilustrador.
Un borrador en tiempo real
Sus anteriores trabajos tenían «un regusto amargo, más serio y dramático», y meterse, de pronto, en uno «tan inevitablemente humorístico, tan salpicado de buen rollo», le apeteció mucho. «Que algo que te cuentan se transforme en tu cabeza, y en tiempo real, en un borrador es ya un indicativo de que ahí hay algo. Con ese aire absurdo y simpático, esa apuesta por la paz con todo el mundo siguiendo con el cachondeo por pura inercia… Eso había que llevarlo al cómic», señala.
La obra, que aún no está terminada, cuenta con la participación de su mujer, Marina Armengol. Ella es quien se encarga de los 'flats', de pintar cada forma con colores aleatorios para que él solo tenga que seleccionarlas, cambiar los tonos y añadir el sombreado y la iluminación. Y, si todo va según lo previsto, el resultado verá la luz en el primer trimestre de 2023 de la mano de Cascaborra Ediciones.
Así, la guerra y la paz entre Huéscar y Dinamarca quedarán para siempre plasmadas en un arte que, según este artista, «aúna perfectamente la escritura con la imagen» y espera pueda ser disfrutado tanto por quien llegue de primeras a esta historia como por quienes la vivieron de primera mano. «Quiero hacer justicia al pueblo, -insiste-. Que queden satisfechos con su cómic».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión