El Ayuntamiento de Íllora pide la retirada de los carteles en memoria de Juan
Comunicación ·
El alcalde dirige un escrito a la Plataforma Unión Ciudadana de Íllora para que quite las fotos y pancartas de los lugares públicos del municipio. El colectivo vecinal se niegaEn Íllora aún se llora a Juan Castro Trujillos, el joven de 19 años que sufrió una agresión mortal el pasado 15 de agosto durante ... la feria del municipio. Su nombre sigue presente en la memoria de todos los vecinos del pueblo y también en las calles, donde sus paisanos se han venido manifestando desde el luctuoso suceso y colocando carteles y pancartas en su recuerdo. Ahora, el Ayuntamiento ha dirigido un escrito a la Plataforma Unión Ciudadana de Íllora para pedir que esas muestras de cariño, en las que se clama Justicia para Juan, sean retiradas de los lugares públicos de la localidad.
El comunicado, fechado el 6 de marzo y publicado en redes sociales, lo firma el alcalde de Íllora, Antonio Salazar (PSOE), y ha obtenido de inmediato la réplica de la plataforma ciudadana que ha promovido los actos en memoria del malogrado chico. Sus integrantes se niegan a retirar los carteles «bajo el amparo jurídico de la limpieza y el ornato público», al tiempo que rechazan que esas expresiones de apoyo a la familia otorguen «mala fama» a la localidad.
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«Nuestras manos no quitarán las pancartas en memoria de Juan. De estas manos también son dueñas las miradas de nuestros hijos. Usted tiene suerte, tampoco tendrá que hacerlo. Puede mandar que lo hagan», son las frases con las que culmina la extensa y crítica contestación de la plataforma, asimismo publicada en redes.
En su escrito, el alcalde comienza alabando la actividad «encomiable y necesaria» de la plataforma, de la que asegura sentirse «un miembro más» como primer edil del municipio, para resaltar el tiempo transcurrido desde «el desgraciado y trágico suceso» de la muerte de Juan a manos de otro vecino del pueblo, B. J. H., de 23 años, que espera el juicio preso.
El regidor considera que, después de estos meses, ha llegado el momento de que se proceda a la retirada «de aquellos elementos de cartelería que recuerdan tan execrable acontecimiento» (una de las pancartas está en la baranda del Parque doña Pepita), a la vez que resalta que el Ayuntamiento de Íllora está personado «como acusación popular» en la causa penal que se sigue contra el presunto homicida.
Como avanzó IDEAL en su día, dicha causa ha sido transformada en un procedimiento de la Ley del Jurado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Loja, que ya ultima la instrucción del caso, en el que ejercen asimismo la acusación particular la madre de Juan y su marido, representados por el letrado Rafael López Guarnido.
Esa vía, la judicial, en opinión del alcalde, es la «adecuada y eficaz» para conseguir el justo reproche penal a los «lamentables» hechos, que ocurrieron en plenas fiestas patronales.
Fue precisamente cuando Juan y su novia abandonaban el recinto ferial y caminaban por la calle Diego de Siolé de madrugada cuando el presunto homicida los asaltó, tras unos incidentes previos también protagonizados por este en una caseta.
Denuncia
El regidor de Íllora alude en su texto asimismo a una denuncia que el municipio ha formulado «contra una familiar del presunto responsable» por los «detestables comentarios» que habría realizado en redes. Entiende Salazar que las manifestaciones realizadas por esta mujer «incitaban directamente al odio y atentaban contra la más elemental dignidad del fallecido y su familia».
No es este el único hecho vinculado a la muerte de Juan que se verá judicializado. También los altercados protagonizados justo después del crimen por vecinos de la localidad -asalto de viviendas de familiares del presunto de homicida y daños en sus vehículos- están siendo analizados en otro proceso, donde, según las fuentes judiciales consultadas por este diario, hay una quincena de investigados.
Antes de despedirse, el alcalde anima en su escrito a los vecinos a trabajar por «la concordia y la buena vecindad» como mejor recuerdo para con la víctima, sus familiares y amigos.
La contestación de la plataforma evidencia que la petición del alcalde no ha sido bien acogida por muchos lugareños e incide en la necesidad de articular «medidas de seguridad ciudadana, de vigilancia y prevención» para que la convivencia en el municipio sea pacífica y no se vuelva a repetir un crimen así.
Hace alusión además al «daño moral» causado a los amigos de Juan por todo lo ocurrido, así como al «miedo» de muchos padres del pueblo con hijos adolescentes, que temen por su integridad cuando salen por las calles de la localidad.
«Un pueblo no mejora porque se oculten cosas miserables», advierte el escrito, en el que se llega a afirmar que la convivencia y la cordialidad en el municipio llevan tiempo rotas, y que es tal la sensación de inseguridad que hay gente «que va a misa intimidada».
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