El primer campanario-museo de la Archidiócesis de Granada se convierte en uno de los principales atractivos de Capileira

También se exhiben en el campanario un fuelle para evitar el fuego, del siglo XVIII; restos de madera policromada; un icono de la Trinidad del ruso Andréi, pintado quizás entre 1422 y 1428; fotocopias del primer libro del archivo parroquial de Capileira, Bubión y Pampaneira con los primeros bautizos de los repobladores de 1573 a 1575 tras la guerra de La Alpujarra; antiguas estolas de sacerdote; manípulos bordados a mano que antiguamente llevaba el sacerdote en el brazo izquierdo durante la misa para recordar que los trabajos y el dolor ofrecidos a Dios serán espléndidamente recompensados; banderines eucarísticos para la procesión del Corpus Christi.

Además existe una antigua pila bendita para contener agua bendita, como signo de bendición y como recuerdo del bautismo, que se cuelga de los muros de la vivienda para persignarse o santiguarse; carracas de madera para sustituir el ruido de las campanas desde el Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual; bóveda de la iglesia construida manualmente en el siglo XVIII; una antigua cruz del Nazareno; imagen de Santa María de la Cabeza que según la tradición fue donada por los Reyes Católicos; herrajes que unían las campanas a los yugos; diversas piezas de campanas, etcétera.

El campanario de la iglesia de Capileira fue levantado en 1760. Sus tres campanas suenan cada media hora desde las nueve a las diez de la noche. La campana pequeña tañe hacia el lado occidental del pueblo. Otra campana voltea hacia la plaza de la iglesia. Y la otra repiquetea hacia el Barrio del Castillo. La campana más grande es del año 1826. Las vistas que ofrece este lugar son maravillosas.

Antiguamente el toque de campanas era lenguaje familiar en toda España. La antigua iglesia de Capileira, consagrada a Nuestra Señora de la Cabeza, fue construida en el siglo XVI. Entre 1601 y 1609 fue reconstruida. Alonso Hernández, Martín de Soto y Alonso García fueron los albañiles; Melchor de Arroyo, y Alonso López, los carpinteros, y Mateo López, el cerrajero. También existe otra campana jubilada y sin latir del 1826 en la nave de la iglesia.

Casi todas las iglesias católicas cuentan con un campanario, lugar donde se encuentran las mismas, y que son parte esencial del edificio religioso. El uso de las campanas apareció en la iglesias occidentales en el siglo VII y en las orientales parece que se usaron antes del siglo IX, apareciendo las primeras campanas en Santa Sofía de Constantinopla.

La torre de la iglesia de Capileira fue construida a la derecha de la nave, con dos altos cuerpos apilastrados y chapitel. Las portadas son sencillas, decoradas con bandas a modo de pilastras y cenefas someras, todo de ladrillo. Esta iglesia posee retablo mayor construido en 1753-1755 y diseñado en 1696 por Navarrete. Los motivos decorativos y estructurales poseen abundantes estípites. También acoge dos Crucificados de merito indiscutible y un Nazareno de fuerte dramatismo del estilo de José de Mora.

Además posee esta iglesia una imagen de la Virgen del Rosario, obra de Gaviria o Martín de Aranda, verdadera reliquia de imaginería del estilo naturalista de finales del siglo XVI y principios del XVII, con un precioso estofado de la época, muy bien conservado, según Gómez Moreno. En 1609 ya estaba acabada la nueva iglesia, pues hubo otra antes en otra parte. En tiempos de Fernández Bravo la iglesia se encontraba en estado muy precario. La actual, según P. Madoz, se levantó en 1760, al haberse derribado la antigua, que estaba en el extremo oeste del pueblo, por estar ruinosa.

La iglesia de Capileira también cuenta con otras imágenes: el Resucitado, la Virgen de las Angustias, María Magdalena, San Roque, San Francisco de Asís y San Isidro, el Niño Jesús de Praga, la Virgen de la Cabeza (patrona de Capileira) cuya imagen, según la tradición, fue donada por los Reyes Católicos a finales del siglo XV. Además, y entre otras cosas, existe un Crucificado barroco, la Sagrada Familia, Santa Ana, María y el Niño, San José con el Niño, San Joaquín, San Antonio de Padua, San Juan Nepomuceno, San Vicente Ferrer, San Isidro Labrador, la Virgen del Rosario, la Virgen del Carmen, la Ánimas Benditas, el Nazareno, la Dolorosa, etcétera.

Desde siempre ha merecido la pena conocer la iglesia de Capileira y ahora mucho más porque atesora el primer museo-campanario de la Archidiócesis de Granada gracias al sacerdote de este y otros pueblos de La Alpujarra, Alfonso Aguilar.