Una venta con mucha solera
'La Venta el Puente', situada desde hace muchísimos años junto a la carretera de Órgiva, cautiva por su buena comida y sus excelentes materias primas
RAFAEL VÍLCHEZ
Miércoles, 1 de marzo 2017, 02:01
Una de las ventas más antiguas y con más solera que existen en activo en la provincia de Granada se encuentra en el término municipal ... de Órgiva, junto a la carretera y el Puente de los Siete Ojos. Desde 1993 La Venta el Puente, conocida también por La Venta Roque (nombre de un vecino de Torvizcón que la hizo muy famosa hace años por la buena comida que servía y el excelente vino que vendía al por mayor y al por menor procedente de la Sierra de la Contraviesa) la defiende estupendamente un vecino de Bubión, Francisco Robles Martín. Este recinto, de las buenas comidas caseras y el buen vino de la tierra, ha pasado por diferentes manos a lo largo de los años.
En La Venta el Puente se puede degustar carne a la brasa, el plato alpujarreño, choto, cordero, conejo, buey, ternera, chuletas, cabezada, solomillo, morcilla, longaniza, jamón, queso También, en los fogones de este establecimiento preparan puchero de hinojos, cocido de garbanzos, cazuelas, sopas y migas. Los lunes cierra para el descanso del personal pero si este día cae en festivo permanece abierto el local. El horno de esta venta es alimentado con leña de olivo, almendro y eucalipto. El joven Óscar ayuda a su padre, Francisco Robles, a atender el negocio con mucha maestría, atención y esmero.
A La Venta el Puente acuden muchas personas de toda Andalucía, principalmente. El menú de la casa cuesta nueve euros y se compone de un primer y segundo plato, bebida, ensalada, postre o café. Existen también otros menús especiales. La carta de vinos es variada. Francisco Robles, antes de venirse a Órgiva, trabajó en la hostelería durante nueve años en el Bar Restaurante El Teide, situado en Bubión. A La Venta el Puente acuden también muchos famosos como, por ejemplo, Juan Imedio, Rafa Benítez, Verónica Forqué o Pablo Carbonell.
Las ventas y posadas eran edificios para el hospedaje y albergue de personas, animales y carros. La Alpujarra contó a lo largo de los siglos con muchos enclaves tan necesarios para garantizar el tránsito de personas y mercancías. Muchas perduran en la memoria de los más mayores. Lo que hoy conocemos como hostelería tiene su origen en la Edad Media en Europa. Con el resurgimiento del comercio y la construcción de nuevos caminos fueron apareciendo las ventas, tabernas, mesones y posadas.
Los mesones se encontraban dentro de las poblaciones y las ventas a las orillas de los caminos y fuera de las ciudades y pueblos. Durante mucho tiempo centenares de personas de la Alpujarra, Los Guájares, Vélez de Benaudalla, Lanjarón, Motril, el Valle de Lecrín se acercaron en un principio con sus caballerías a La Venta Roque, La Venta el Puente actual para adquirir buen vino a muy buen precio para revenderlo y para el gasto de sus tabernas, tiendas de todo un poco, posadas y fondas. Este establecimiento disponía de impresionantes cubas y toneles para almacenar millares de litros de caldo proveniente de la vinatera Sierra de la Contraviesa.
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