Los pantanos ganan ocho hectómetros de agua después de tres semanas de lluvia
En algunos municipios como Zafarraya, en el Poniente, o Cádiar, en la Alpujarra, ha llovido la mitad de lo que cae en todo el año
Jorge Pastor
Domingo, 11 de diciembre 2016, 02:47
Después de tres semanas de cielos grises y lloviendo 'un día no y dos sí', por fin los pantanos de la provincia han comenzado a ... llenarse. Poco. Muy poco. Pero lo importante es que la tendencia ha cambiado y que, tras haber aumentado el grado de humedad del terreno y tras haber subido también el nivel de los acuíferos -tanto subterráneos como superficiales-, la 'rentabilidad' de las aguas que vengan en las próximas semanas será mucho mayor. Ahora sólo hace falta que el otoño sea otoño y el invierno sea invierno para que las borrascas sigan visitando Granada y descargando sin causar males mayores. Exactamente como ha ocurrido en la segunda quincena de noviembre y la primera semana de diciembre.
Tomemos como referencia el pasado día 17, cuando se inició el último periodo de precipitaciones. En ese momento las infraestructuras hídricas de la provincia acaparaban 433,2 hectómetros cúbicos. Hoy día las reservas han subido hasta 441 hectómetros cúbicos -ocho más-. Si tenemos en cuenta que la capacidad total es de 1.021 hectómetros cúbicos, hemos pasado en el intervalo de tres semanas del 42,42% al 43,19%.
Y es que en algunos puntos del mapa provincial ha 'jarreado' en condiciones. Hay municipios donde ha caído prácticamente la mitad de lo que se registra en todo un año. La red de estaciones agroclimáticas de la Junta aporta una información muy relevante en este sentido. Donde más se han movido los pluviómetros es en Zafarraya. En estas tres semanas gloriosas se han contabilizado 184,6 litros por metro cuadrado. Gloria bendita para un pueblo cuya economía se vincula al campo y que este verano salió en los papeles por tener la renta declarada por habitante más baja de España. En Cádiar, en el corazón de la comarca de la Alpujarra, se han computado 165 litros por metro cuadrado. Después, por encima de cien, aparecen Iznalloz (123,2 litros por metro cuadrado) y Loja (101,6 litros). Luego viene Jérez del Marquesado (92 litros), Puebla de Don Fadrique (90,4 litros), Baza (90 litros), Granada y Padul (ambas con 84,4 litros) y por último Huéneja (74,8 litros).
Escorrentías
En los próximos días seguirá habiendo aportaciones en las nueve presas de Granada por efecto de las escorrentías. No habrá pérdidas porque la tasa de evaporación es baja en estas fechas y porque las compuertas llevan cerradas un par de meses tras la finalización de la campaña de riego. La mayor parte de sistemas de abastecimiento urbano se nutren del subsuelo, como es el caso de Granada, donde este verano se ha tenido que echar mano de los pozos que se construyeron en los años noventa debido a la sequía.
Ahora vivimos unas jornadas de tregua. ¿Hasta cuándo? Los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan a una semana vista. Los cielos permanecerán despejados y los termómetros rondarán los quince grados de máxima y los cuatro de mínima. Ayer mismo había mucha gente en la capital paseando en mangas de camisa en las zonas soleadas. Un ambiente propicio para salir a la calle y también para coger aceitunas. Las cuadrillas trabajan a pleno rendimiento en las más de veinte mil explotaciones oleícolas de Granada, donde hay más de quinientas mil toneladas de aceitunas pendientes de recolectar. Las máquinas pueden entrar sin problemas porque el terreno está seco. También los encargados de varear y recoger -se estima que esta campaña se ofertarán casi dos millones de jornales en Granada-.
Otra de las consecuencias favorables de la lluvia es que la atmósfera de ciudades como Granada está más limpia de lo habitual. La calidad del aire en la aglomeración urbana de Granada es aceptable con evolución a mejor menos en la estación de Granada Norte.
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